Tomar mate mientras se está en el período de lactancia es seguro para la mujer y además, tiene sus ventajas. La información surge de un análisis elaborado por la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Córdoba y el Conicet que precisó que consumir yerba mate brinda nutrientes, provoca efectos antioxidantes y otorga beneficios neuroprotectores.
El estudio fue dado a conocer en la revista médica del Instituto Mexicano del Seguro Social. La nutricionista y doctora en Ciencias de la Salud por la UNC y doctora posdoctoral del Conicet, Valeria Cortez, precisó que «nosotros investigamos en lactancia materna y alimentación de la mujer desde hace nueve años» y remarcó que «una de las cosas que más nos llamaba la atención al entrevistarlas es que, durante el posparto, suspendían el consumo de alimentos en base a falsas creencias».
En ese sentido, indicó que «dejaban de tomar mate porque les daba cólicos, no comían cebolla o brócoli porque creían que les cambiaba el sabor a la leche», pero la doctora afirmó que «comprobamos que no solo no hace mal, sino que hace bien tomar mate».
La investigación se llevó a cabo entre 2013 y 2020 con 279 mujeres adultas que se encontraban en la etapa de lactancia, en el período de los seis meses posterior al parto y fueron ellas quienes tomaron sus muestras de leche de 10 mililitros, las pusieron en un frasco esterilizado y las llevaron al laboratorio. Luego, se hizo un análisis en el que se examinaba el haber tomado mate como todo lo otro que se haya consumido.
El estudio registró 18 polifenoles, que son compuestos que nacen de los vegetales y que están en las infusiones de yerba y todos cuentan con beneficios. Dos de los más importantes son: los ácidos hidroxicinámicos y flavonoides (pigmentos de los vegetales), que funcionan como antioxidantes y como antiinflamatorios de manera natural respectivamente. Esta información es clave, ya que, los componentes oxidantes pueden lastimar la glándula mamaria, los compuestos de la leche y generar estrés oxidativo en el bebé.
Por lo tanto, el análisis determinó que «la evidencia científica dice que incorporar infusiones de yerba en la dieta cotidiana es beneficioso por su aporte de polifenoles y antioxidantes que mejoran la calidad de la leche materna»
