El endulzante Xilinat es el sustituto de azúcar que iguala su sabor, no es dañino para la salud y tiene impacto social y ambiental.
Cuando el padre del ingeniero químico Javier Larragoiti fue diagnosticado con diabetes dio inicio a su investigación para brindar una solución a todos los pacientes que no pueden dejar de consumir azúcar.
El joven de 28 años identificó como problema principal el sabor químico de los edulcorantes que existen en el mercado. Estos no tienen el mismo sabor que el azúcar.
“Mi hermana, en aquel momento estudiante de odontología, me informó sobre el uso de la sustancia ‘xilitol’ como edulcorante natural. Con un sabor bastante similar al azúcar, incluso, por encima de cualquier otro”, comenta Javier Larragoiti en entrevista con Newsweek en Español.
Larragoiti explica “buscamos un edulcorante que mantuviera el mismo sabor que el azúcar pero que fuera totalmente saludable. Mi hermana usaba el xilitol en sus pacientes niños. Esto porque una de las propiedades del producto es que protege los dientes contra las caries.
ASÍ NACIÓ XILINAT
“Lo llevó a casa. Lo probamos. Vimos que tenía el mismo sabor que el azúcar. Investigamos un poco más y efectivamente aprendimos que podría ser utilizado como sustituto. Sin embargo era muy caro. Ahí inició la búsqueda de hacerlo más económico y hoy tenemos un desarrollo tecnológico y es un proceso patentado”.
Los primeros experimentos fueron realizados con todo tipo de residuos agrícolas, hasta llegar al olote de maíz y así nació Xilinat.
Para obtener el edulcorante transforman el olote de maíz, mediante una fermentación, a xilitol. “Esto es un proceso totalmente sustentable y económico”, explica el también biotecnólogo.
El proceso tiene una duración de 72 horas. De las cuales, 54 son de fermentación y las siguientes son para la maceración la cristalización y la purificación.
“Este desarrollo comenzó en 2018 y actualmente ya estamos en el mercado. En ese momento comenzamos mi maestra Lorena Pedraza y yo. Ahora ya somos nueve personas de tiempo completo.
EDULCORANTES 300 VECES MÁS DULCES QUE EL AZÚCAR
“Desgraciadamente muchas marcas han lastimado mucho a los consumidores. Resultan ser más dañinos en vez de ser saludables como se presentan”, comenta el ingeniero químico.
Javier Larragoiti añade que en el ramo de los edulcorante también son la única empresa con impacto social y ambiental.
Esto porque utilizan el olote de maíz como materia prima. “Este producto es basura para los campesinos. Por ello normalmente lo incineran.
“Nosotros evitamos esa incineración y con ello evitamos grandes volúmenes de contaminación pero además lo pagamos a nivel de grano de maíz. Con ello incentivamos la economía de los campesinos”.
EL IMPACTO SOCIAL
Cerca del 40 por ciento del dióxido de carbono que contamina el ambiente proviene de la quema de estos residuos.
Actualmente este equipo trabaja con 13 familias de agricultores en Puebla. “Las 13 familias viven en condiciones de pobreza por eso tenemos un trato justo con ellos y ellos también puedan crecer”.
El maíz en Puebla se cosecha anualmente en diciembre. En esa cosecha es cuando el equipo adquiere siete toneladas de olote. La cual es pagada a 500 dólares. “El precio lo fijamos en moneda dura”.
A pesar que los retos son grandes, comenta Larragoiti, director general y fundador de la empresa Xilinat, también han habido reconocimientos importantes a nivel internacional.
“Somos la única startup mexicana que ha sido nombrada por el MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) como un proyecto innovador que está cambiando el mundo.
“En 2019 fuimos premiados como la mejor empresa social del mundo por parte de The Venture by Chivas Regal un concurso a nivel mundial de emprendedores sociales, siendo el primer equipo mexicano en lograrlo”.
La misión de la empresa, explica el joven ingeniero, es convertirse en el proveedor número uno “del mejor endulzante natural y saludable que exista en el mercado a nivel mundial”. Con ello aumentar nuestro impacto ambiental social y de salud.
Publicado en cooperación con Newsweek en español