El afán por conseguir popularidad en las redes sociales puede llevar a algunas personas a cometer aberrantes hechos. Tal es el caso de una reconocida influencer australiana, que fue detenida acusada de envenenar a su bebé para ganar seguidores y dinero.
La Policía de Australia arrestó a la mujer de 34 años en su vivienda de Sunshine Coast, en Queensland. Ella había ganado fama en TikTok por mostrar el día a día de su familia, especialmente los dramas por los problemas de salud de su pequeña hija, quien según ella padece una grave enfermedad llamada esclerosis tuberosa.
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Además de los videos que compartía en las redes sociales, la mujer también hizo una colecta en el sitio GoFundMe, donde llegó a recaudar unos US$ 60.000 para costear los gastos de tratamiento.
Sin embargo, en los últimos meses surgieron en las redes sociales graves teorías contra la influencer. Tras una extensa investigación, la Unidad de Investigación y Protección Infantil (CPIU) la acusó formalmente por “torturar” y “envenenar” a su bebé.
Según el comunicado de la policía, entre el 6 de agosto y el 15 de octubre de 2024, la mujer “administró varios medicamentos recetados y de farmacia no autorizados a una niña de un año, que ella conocía, sin aprobación médica”.
Incluso, afirmaron que “haciendo caso omiso del consejo médico, hizo todo lo posible para obtener medicamentos no autorizados, incluidos medicamentos viejos para otra persona disponibles en su hogar”.
La bebé fue ingresada por su condición de salud a un hospital en el sur de Brisbane y los médicos informaron sobre los daños que sufrió. Tras realizarle estudios, el 7 de enero pudieron certificar que había consumido medicamentos no autorizados.
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La investigación reveló que la influencer “ocultó cuidadosamente sus continuos esfuerzos por administrar medicamentos no autorizados” a su hija, hasta que el caso fue denunciado a las autoridades policiales. La menor fue puesta en resguardo mientras continuaba la causa.
Según los oficiales, “mientras la niña estaba siendo sometida a una inmensa angustia y dolor, se alega que la mujer filmó y publicó videos de ella”. Y que ese contenido fue producido “para atraer donaciones monetarias y seguidores en línea”.
La influencer fue imputada de cinco cargos de administrar veneno con la intención de generar daño; tres cargos de preparación para cometer delitos con cosas peligrosas; y un cargo de tortura, fabricación de material de explotación infantil y fraude.
“No hay excusa para hacerle daño a un niño, especialmente a un bebé de un año que depende de otros para su cuidado y supervivencia”, expresó el inspector detective de la Policía australiana, Paul Dalton.
Por otro lado, tras tomar conocimiento de las acusaciones, el sitio GoFundMe decidió cerrar la colecta y aseguró que están “emitiendo reembolsos proactivos a todos los donantes” que colaboraron en el caso.