Agustín Salvia, director del Observatorio de la deuda social argentina de la UCA, precisó que en nuestro país «la pobreza alcanza al 40% de la población que se lo compara contra una canasta básica de $220.000. $230.000 que corresponde al primer semestre y que engloba la alimentación para una familia tipo de cuatro personas dos adultos y dos niños».
En diálogo con Marcelo Longobardi en Radio Rivadavia, el entrevistado detalló que «se muestra que los ingresos que reciben los hogares comparados contra esa canasta y esos precios, obviamente marcan ese 40% de población en situación de pobreza» y remarcó que «ese número esconde varias realidades».
«La primera es que ese número está quedando viejo», afirmó porque «el segundo trimestre de ese semestre ya da 41% no 405 y la indigencia 10% no 9%. Además, «si nos acercamos al tercer trimestre ya los valores de pobreza están por arriba del 42% , 43% y la indigencia también sigue subiendo», agregó.
«Otro dato es que la cifra de pobreza dada ayer está conformada por dos grupos sociales muy distintos», subrayó y explicó: «Del 40% hay un 25%, 30% que es pobreza crónica, permanente, intergerenacional, familias que no han conocido la situación de bienestar desde una, dos o tres generaciones y el otro componente, 15%, son las clases medias que han caído, personas que son pobres por ingresos».
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«En realidad, la pobreza es mayor que ese 40%, debido a que, hay que sumarle las carencias de salud, de educación, de servicios de seguridad» por lo que «tener una vida digna en Argentina es muy difícil, ya que, hay que tener muchos recursos económicos para acceder a esos bienes y servicios en salud, educación, seguridad».
En consecuencia, sostuvo que «la Argentina lo que viene teniendo es una dinámica de crecimiento de la pobreza en un contexto donde se conjugan dos factores: la inflación, el aceleramiento inflacionario produce el desplazamiento de poblaciones cuyos ingresos laborales no les permiten competir con ese acelaramiento y en algunos momentos se producen aceleramientos de tipos de cambio favorables o burbujas de consumo que hacen que se obtengan, y generalmente en años electorales, que hace que esto tienda a bajar».
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«Hay un 25%, 30% que es ficticio que es la pobreza estructural en la Argentina. Nuestro país no tiene capacidad productiva, no ha generado los empleos productivos que permitan que ese 30% de la sociedad pueda vivir a través de su trabajo teniendo un ingreso productivo digno y posibilidades de ahorrar y progresar en la vida«, aseveró.
«Y como no se crearon esos empleos productivos, se pusieron en marcha los planes sociales», remarcó y puntualizó: «Más del 35% de los hogares de Argentina, hoy recibe una asistencia pública». Para cerrar hizo hincapié en que «el aumento de la pobreza se correlaciona con el aumento de los programas sociales».
