En los últimos dos años, los casos de alcohol al volante en Argentina se redujeron en un 6%. Así lo reveló un informe realizado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en base a los resultados del operativo “Alcoholemia Federal”.
A lo largo de este programa, que se inició en diciembre de 2020 y ya lleva 19 ediciones, fueros testeados un total de 131.436 de conductores. En el primer testeo que se realizó en todo el país, los resultados arrojaron que 8 de cada 100 personas tenían alcohol en sangre.
Sin embargo, el documento muestra un dato positivo: la cantidad de casos positivos de alcoholemia pasó de una tasa del 8% en diciembre de 2020 –cuando aún habían restricciones por la pandemia- a representar apenas el 2% del total en junio de este año.
Con respecto a la graduación de alcohol por litro de sangre, el promedio entre todos los casos positivos fue de 0.86 g/l. De estos, la mayoría correspondía a varones, ya que doblaron en cantidad a las mujeres que dieron positivo en los testeos.
Desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial señalaron que si bien el 94% de las y los conductores argentinos manejan sin haber consumido bebidas alcohólicas, el porcentaje que si lo hizo “impacta fuertemente en la siniestralidad vial y afecta enormes recursos del sistema de salud”.
En ese sentido, especificaron que “en al menos el 25% de los siniestros graves los exámenes hospitalarios detectan la presencia de alcohol en los conductores”, por lo que sostiene la necesidad de contar con una Ley de Alcohol Cero que alcance a todo el país.
Para magnificar lo que significan estos datos, el informe explica que si se extrapola el 6% de personal al volante con alcohol en sangre -sin importar la graduación- a las 12 millones de licencias nacionales que se encuentran válidas en Argentina, daría un total de 700.000 conductores “circulando por las calles y rutas de nuestro país todos los días” con algún grado de alcohol en sangre.
“Esto significa que la siniestralidad vial relacionada con el alcohol que hoy sufrimos en todo el país no requiere un consumo exorbitante para producirse, sino que es hija de la ingesta de cantidades erróneamente consideradas “seguras”, algo que claramente es falso. La única cantidad de alcohol segura es cero si alguien va a manejar”, finaliza la agencia.
