Desde la pandemia por el coronavirus, en Argentina empezó a crecer un fenómeno que cada vez afecta a más personas, y ya preocupa en las escuelas por su impacto en los menores de edad: las apuestas online.
El apego a los dispositivos electrónicos y la situación económica generaron un escenario propicio para que las personas encuentren en las apuestas o los bingos virtuales un divertimento o un modo de ganar dinero “fácil”.
A esto se suma el incremento de la cantidad de publicidades que incentivan el uso de estas plataformas: tanto en la televisión y la vía pública, como en las redes sociales con influencers; e incluso en las camisetas de varios clubes de fútbol y hasta la Selección Argentina que llevan a empresas de apuestas deportivas como sponsors.
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En este contexto, la diputada Marcela Campagnoli presentó un proyecto de ley que busca regular las publicidades de apuestas deportivas, con el objetivo de “prevenir el juego patológico en línea o virtual” y “evitar las consecuencias perjudiciales a nivel individual, familiar y social que el mismo provoca”.
La iniciativa de la legisladora surgió casualmente luego de que su hijo de 22 años comenzó a jugar con las apuestas deportivas. “Este verano estaba a full con las aplicaciones para apostar. Por suerte es un chico que comunica lo que hace, que es muy transparente. Le dije: ‘¿pero cómo vas a estar haciendo esto?’. Y me dijo: ‘No mamá, quédate tranquila, porque si yo apuesto ahora y acierto y el jugador mete un gol dentro de los primeros 10 minutos del partido, puedo multiplicar por 10. Si lo mete en el segundo tiempo, puedo multiplicar por 50’. Me pareció terrible, y aparte era una cosa de la que no se podía despegar, necesitaba seguir haciéndolo”, contó en diálogo con Newsweek Argentina.
Aquel hecho hizo que se interiorice sobre esta problemática y vio la magnitud de las apuestas online, que ya llegan incluso a los menores de edad: “Muchos docentes jóvenes, que tienen mucha charla con los alumnos, me contaban como los chicos que tienen más de 16 años y quienes sus padres le daban una extensión de tarjeta de crédito, jugaban y endeudaban a su familia”.
Es así que decidió presentar un proyecto para restringir la publicidad de las plataformas de juegos de azar online. La iniciativa establece que la misma se limite “exclusivamente a la franja horaria de una a cinco de la madrugada”; además de que solo se podrán mostrar contenidos neutros; y no podrán incitar a las personas a través de bonos de captación.
Además, Campagnoli busca que las páginas y aplicaciones de apuestas y bingos virtuales creen un “perfil del apostador”: así, los usuarios deberán poner su DNI para evitar que los menores tengan acceso; además de que solo se podrá utilizar dinero de tarjetas de débito, para evitar poner en mayor riesgo la situación económica de las personas.
“Según estadísticas oficiales, el 30% de la población mantiene algún tipo de vinculación con el juego. De ellos, el 3,5% son jugadores problemáticos y 1,5% son jugadores compulsivos”, expresa el proyecto.
Por otro lado, la diputada expresó en su proyecto que las plataformas deberán informar a los usuarios “cuántas apuestas hiciste, cuántas veces te conectaste en la semana y cuánto dinero llevas gastado, para que el apostador tome conciencia de si es algo recreativo o es algo compulsivo”.
LA LUDOPATÍA, UN PROBLEMA DE SALUD
Luego de descubrir que su hijo participaba de las apuestas, Campagnoli contó que decidió intervenir para evitar que pueda caer en una adicción a los juegos de azar.
“Una vez tuvimos una reunión familiar con mi marido, mi otro hijo y su novia, y le dijimos: ‘Acá estamos los cuatro que más te queremos en el mundo, si te lo decimos es porque no es en serio’. Afortunadamente tomó conciencia, dejó de apostar y se transformó también en un ayudador de sus amigos, para que también dejaran de hacerlo”, relató.
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Sin embargo, Campagnoli sabe que no todos los apostadores hablan sobre el tema con sus allegados; además que no todos tienen una red de contención para evitar caer en la ludopatía.
“Hay como un romanticismo, que es algo inocuo. Y no es inocuo, generan una conducta que después se transforma en una conducta adictiva. Yo siempre le decía a mi hijo que ojalá nunca gane, porque si ganaba iba a creer que esto es así de fácil”, explicó.
En ese sentido, la diputada se manifestó contra la publicidad a través del deporte: “A mí me da mucho dolor de panza cuando veo que en la camiseta de la Selección Argentina está la publicidad de apuestas online, y que en muchos programas deportivos hay publicidad de esto. ¿Cómo los chicos van a querer tratar de zafar, si permanentemente les están vendiendo esto?”.
Al respecto de los riesgos, advirtió que la ludopatía es una patología que no solo afecta al individuo, sino también a su entorno. Y que los efectos van más allá de la pérdida de dinero, sino que también llegan a alejar a las personas de sus afectos “porque se juegan lo que no tienen y terminan comprometiendo el patrimonio de su familia”.
“En una Argentina rota como la que estamos, donde todos buscamos soluciones mágicas para sortear las dificultades que tenemos económicas, es muy peligroso esto. Después de la pandemia se ha sextuplicado, ha incrementado muchísimo el juego online y es un círculo vicioso, el que después cuesta mucho salir”, enfatizó.