Esta semana, el Congreso de Chile aprobó el proyecto de ley que establece la reducción de la jornada laboral, la cual pasará a ser de 45 a 40 horas semanales dentro de los próximos años.
La iniciativa, que tuvo un intenso debate, convirtió al país en el segundo con la jornada legal más baja de Latinoamérica. Y en Argentina, hay varios proyectos que apuntan a avanzar en la misma medida.
De acuerdo a la legislación actual, en el país la jornada diaria de trabajo no puede superar las 9 horas, es decir que el máximo es de 48 horas semanales, siendo un número alto para la región.
Sin embargo, un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), revela que Argentina es el tercer país con la jornada laboral efectiva más baja en toda Latinoamérica.
En promedio, los empleados argentinos trabajan de forma efectiva un total de 34,6 horas semanales, quedando solo por encima de Ecuador (34,5 horas) y Panamá (34,1).
Pero esto no implica que todos los trabajadores tengan las mismas condiciones, ya que el informe remarca que hay un 19% de argentinos que superan las 49 horas semanales, y otros cuya carga laboral es incluso menor dado que están en situación de informalidad.
Con respecto a la reducción de la jornada, el abogado laborista Juan Manuel Ottaviano habló en el programa “La Mejor Siesta” de La 990, y contó cuál es la situación en el país.
Según él, es “posible y necesario” que Argentina aplique una medida similar a la de Chile. Aunque advirtió que “hay que analiza cómo se implementa, si de forma escalonada o por sectores, porque no todos pueden hacerlo de la misma manera”.
Además, mencionó que de bajar el máximo legal de horas de trabajo no alcanzará a todos los rubros ni todos los empleados. “En una empresa puede pasar que hay personas sobreocupadas con horas extras, y otras subocupadas que hacen suplencias”, ejemplificó.
Ottaviano contó que en el país hay varios proyectos presentados que “contemplan distintas maneras de implementar” la reducción, pero que “falta voluntad política y hay mucha desconfianza del sector empresario”.
“Se puede debatir qué tipo de escalonamiento se aplica, cómo se hará en cada sector y en qué condiciones. Pero se requieren muchas horas de reunión de políticos con los sindicatos”, explicó.