Unicef presentó un nuevo informe con un dato sobre Argentina que preocupa: 2 de cada 3 niños, niñas y adolescentes se encuentran en situación de pobreza.
El estudio, que fue realizado junto a La Poderosa, advierte que el 66% de los menores de edad en el país experimentan pobreza económica o falta de derechos básicos. Esta cifra representa aproximadamente a 8,8 millones de personas.
De esta forma, la entidad señala que solo el 34% de los niños y adolescentes argentinos no tiene ninguna carencia. Por otro lado, hay 3,7 millones que padecen tanto la falta monetaria como de derechos.
Según el informe, que muestra cuál era la situación al primer semestre de 2022, el 51,5% (6,8 millones) reside en hogares cuyos ingresos no alcanzan a cubrir la canasta básica total de bienes y servicios; mientras que el 13,2% (1,7 millones) viven en hogares en situación de indigencia.
Foto: Unicef
Desde 2016 al primer semestre de 2022, la pobreza aumentó cerca de un punto, ya que al comienzo de la serie se encontraba en el 50,2%. Sin embargo, ahora lleva la tercera baja consecutiva desde finales de 2020, cuando llegó al 58%.
Unicef remarca que la pobreza monetaria “es altamente dependiente de las variables macroeconómicas tradicionales”, como los ingresos de las familias de los menores de 18 años.
En ese sentido, la entidad menciona que, en 2022, el 77% de los ingresos de los hogares en general provenía de fuentes laborales. Pero que, en el caso de los hogares pobres, esta cifra bajaba al 72%, ya que hay una mayor presencia de los ingresos no laborables.
“La pobreza y la pobreza extrema en particular, serían mucho más altas sin las políticas de protección social”, expresaron al destacar el apoyo de programas como la Asignación Universal por Hijo o la Tarjeta Alimentar.
Además, Unicef expresa que “la pobreza e indigencia no afecta a todos los niños, niñas y adolescentes por igual”, por lo que resulta “esencial identificar esas desigualdades para pensar y diseñar una política pública eficaz y diferenciada que responda a estas situaciones”.
Otro dato alarmante es que aquellos hogares en los que hay menores de 18 años “son más intensamente pobres” que aquellos en los que no hay niños o adolescentes conviviendo.
Esto se hace evidente al ver que los ingresos en familias con niños cubren el 84% del valor de la canasta básica total y el 94% de la canasta básica alimentaria; mientras que en aquellas familias sin menores los ingresos abarcan al 94,3% y el 97,8%, respectivamente.
Relacionado a esto, puntualizaron en que nueve de cada diez chicos y chicas que están en situación de pobreza tienen familias en las que al menos un miembro trabaja.
De estos, el 76% cuenta con un familiar que trabaja en la informalidad, con empleos inestables, precarios y los salarios más bajos, lo que deja en evidencia “por qué el trabajo muchas veces no es suficiente para sacar de la pobreza” a las personas.
Al respecto, señalaron que una solución para bajar la pobreza infantil extrema es crear más empleo formal, ya que la pobreza en niños que residen en hogares con personas ocupadas en la formalidad alcanza apenas al 3%.
LA FALTA DE DERECHOS BÁSICOS, OTRA POBREZA QUE AFECTA A LOS NIÑOS
Desde Unicef resaltan que la pobreza no solo se relaciona con lo económico, sino que el 42,5% (5,6 millones) de los menores en Argentina padecen la falta de acceso a derechos como educación, protección social, vivienda adecuada, saneamiento básico, agua segura y hábitat seguro. Además, el 15,4% tiene privaciones severas en más de un rubro.
Según informaron, “en las privaciones totales el mayor peso recae en las dimensiones de vivienda y saneamiento, mientras que en las privaciones severas se destaca la dominancia de la protección social”.
