Este lunes 2 de mayo, se conmemora El Día Mundial contra el Bullying y el Acoso Escolar con el objetivo de hacer hincapié en la importancia de visibilizar el sufrimiento que estas situaciones de abuso y violencia provocan en niños y adolescentes. La ONG Internacional «Bullying Sin Fronteras», que es quien estableció la fecha, precisó que se contabilizaron 14.800 casos durante todo el 2021 y lo que transcurrió del 2022 en la Argentina.
A su vez, el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos, que trabaja junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), detalló en uno de sus estudios, que en América Latina dos de cada cuatro situaciones de maltrato escolar se llevan a cabo mediante plataformas digitales, lo que se conoce como ciberbullying.
El tema fue abordado en las redes sociales y uno de los videos que más se viralizó fue el de la Fundación Atlético de Madrid en el que un chico que juega al fútbol defiende a otro que está siendo molestado en el almuerzo por sus compañeros, quienes le arrojan pedazos de pan. El spot dice que «a veces los verdaderos cracks son los que defienden no los que atacan», y remarca: «Contra el bullying, coraje y corazón».
Contra el bullying, coraje y corazón!
Maravillosa campaña del atlético de Madrid pic.twitter.com/u7Vbq1j5VY— Carla (@KrCarlit) May 2, 2022
¿CÓMO EMPIEZA UN CASO DE BULLYING?
Soledad Fuster, licenciada y profesora en psicología y además coordinadora pedagógica en la Dirección General de Niñez y Adolescencia en la ciudad de Buenos Aires explicó que «cuando hablamos de bullying nos estamos refiriendo a una agresión sistemática, sostenida en el tiempo, de una misma persona agresora o grupo hacia una misma víctima«.
En una charla con TN, la profesional sostuvo que «en general comienza con una violencia psicológica, en apariencia sutil, a través humillaciones, burlas, insultos, amenazas, que se va complementando con actos de violencia física, como por ejemplo, hacer tropezar a la víctima cuando pasa, pegarle o empujarlo; colocar pegamento en el banco; esconderle los útiles; romper sus pertenencias; reírse ante sus preguntas o participación en clase, entre otros».
En consecuencia, remarcó que «no podemos hablar ya casi del bullying sin pensar en el ciberbullying porque todo lo que pasa en la vida de los chicos y las chicas hoy está atravesado por lo digital» y agregó que «si están ejerciendo violencia contra un chico o una chica, inevitablemente en algún momento lo van a subir a las redes, van a mandar fotos por chat o lo van a excluir de los grupos de WhatsApp».
Fuente: www.noticiasargentinas.com