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Día negro en Argentina: la marcha de jubilados que se convirtió en un campo de batalla
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Día negro en Argentina: la marcha de jubilados que se convirtió en un campo de batalla

La habitual movilización de jubilados frente al Congreso de la Nación de cada miércoles terminó en un escenario de caos y violencia. Lo que comenzó como una protesta pacífica derivó en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, destrozos en la vía pública y un saldo de más de cien personas detenidas.

El conflicto escaló cuando hinchadas, barrabravas y militantes de agrupaciones políticas opositoras al gobierno de Javier Milei se sumaron a la manifestación. La situación se tornó crítica cuando la Policía de la Ciudad intentó hacer cumplir el protocolo antipiquetes, desatando los primeros choques entre manifestantes y efectivos.

Y no tardaron en aparecer los grupos violentos que comenzaron a lanzar piedras y otros objetos contra los uniformados, quienes respondieron con gases lacrimógenos, balas de goma y camiones hidrantes. La batalla campal se extendió por más de tres horas, dejando a su paso calles destrozadas y una atmósfera de confusión y miedo.

Uno de los momentos más impactantes de la jornada ocurrió cuando manifestantes destruyeron un móvil policial en plena Avenida de Mayo. Según el reporte oficial, hubo 124 detenidos y 46 heridos, entre ellos 26 policías.

El caso más grave fue el del reportero gráfico Pablo Grillo, quien sufrió una grave lesión en la cabeza por el impacto de una cápsula de gas lacrimógeno y tuvo que ser trasladado al Hospital Ramos Mejía en estado crítico. Se investiga si ese disparo tuvo la intensión de provocar ese daño en la cabeza del fotógrafo.

Las imágenes de la protesta mostraron autos incendiados, contenedores destruidos y baldosas arrancadas para ser utilizadas como proyectiles. Los incidentes no se limitaron al Congreso: en la Plaza de Mayo, grupos de manifestantes atacaron la Casa Rosada con piedras que habían sido colocadas como homenaje a los fallecidos por la pandemia.

Barras bravas de varios clubes

El momento en el que

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Las reacciones políticas no tardaron en llegar. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró que los detenidos eran «piqueteros violentos, militantes y barras bravas» y advirtió que enfrentarán penas de hasta 20 años de prisión bajo la nueva Ley Antimafias. «En Argentina manda la ley, no los barras, ni la izquierda», enfatizó en sus redes sociales.

Desde la oposición, el gobernador bonaerense Axel Kicillof denunció una «descarga de violencia contra jubilados y ciudadanos que protestaban contra el ajuste» y calificó la represión como un «atentado contra la democracia«. En la misma línea, el vocero presidencial Manuel Adorni acusó a los manifestantes de querer «desestabilizar al Gobierno«.

La tensión continuó durante la noche con cacerolazos y nuevas manifestaciones en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires. Vecinos de Caballito, San Telmo y La Boca salieron a las calles en señal de protesta, mientras que en la Avenida Corrientes, cientos de personas marcharon hasta la Plaza de Mayo en rechazo a la represión policial. En tanto, el Ministerio de Seguridad informó que entre los detenidos se incautaron armas, cuchillos y municiones, lo que deja entrever que la jornada estuvo lejos de ser una simple manifestación pacífica.

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