El sueño es un factor clave en la consolidación de la memoria, la cual se estabiliza con este proceso para poder mantenerse a lo largo del tiempo. Es allí donde la información se reactiva, transfiere y distribuye a las áreas neocorticales favoreciendo así la integración de la memoria. Si bien ocurren de forma espontánea, estas reactivaciones también se pueden inducir utilizando señales externas vinculadas a la información adquirida como sonido u olor, representando una herramienta ventajosa para mejorar el contenido escolar en entornos de la vida real.
En relación con este tema se realizó un estudio liderado por investigadores del ITBA y del CONICET en el Colegio del Faro Escobar de la Red Itínere –, contó con la participación de 45 estudiantes de entre 17 y 18 años–, que develó herramientas innovadoras para la mejora de la consolidación de la memoria durante el sueño que podrían impactar de forma positiva en el rendimiento escolar de los alumnos.
Darío Álvarez Klar, fundador de la Red Educativa Itínere, sostiene al respecto que en educación es indispensable gestionar con datos y la única forma de hacerlo es a través de procesos de investigación y metodologías científicas.
“Este procedimiento de vincular educación y ciencia es provechoso para mecanismos de aprendizaje globales, dado que permite interpretar la realidad. Al mismo tiempo ese vínculo facilita los seguimientos a partir de información concreta, medible y contrastable en distintos contextos”, explicó el experto en gestión de la innovación.
El objetivo del experimento fue mejorar la estabilización de la información compleja, al usar un olor determinado en una clase en la escuela y luego, una ronda de reactivación mientras los estudiantes dormían la misma noche de la adquisición. De esta forma, se encontró que dicha información compleja se puede asociar con un olor en el aula y una sesión de reactivación durante la primera noche de sueño en las casas de los estudiantes mejora su afianzamiento.
Los resultados preliminares arrojados muestran que dormir luego de diferentes aprendizajes beneficia la evocación de la memoria en entornos escolares. Sin embargo, se debe tener en cuenta que no toda la información adquirida en el colegio resulta relevante, por lo cual puede ser olvidada. A pesar de esto se ha observado que la presentación de una clave olfativa o sonora puede consolidar la memoria de estudiantes dentro del contexto escolar. Es decir que conocimientos que de otro modo se hubieran olvidado, pueden reforzarse gracias a presentaciones de este tipo.
“Los datos recolectados deben ser interpretados a través de una valoración o evaluación, lo que genera nuevo contenido que determina, a partir de un plan de trabajo, el sostenimiento de procesos, su modificación, adecuación o el comenzar nuevos caminos de abordajes educativos”, destaca Darío Álvarez Klar.
El experimento se llevó a cabo en dos días distintos, con una semana de diferencia. Durante la primera jornada los estudiantes recibieron una clase de historia sobre la ciudad de Petra y la cultura Nabatea, la cual fue liderada por su maestra habitual, con una duración de entre 20 y 25 minutos. El aula se perfumó con un desodorante de ambiente de coco antes de que los alumnos ingresen. Al finalizar la clase se realizó un testeo multiple choice sobre el contenido brindado y se dividió aleatoriamente en dos: Grupo Reactivación y Grupo no-Reactivación.
El equipo inicial regresó a su casa con un aromatizador automático con el mismo olor que recibió. En cambio, el segundo lo hizo con uno distinto al de la clase (violetas). Luego, se le instruyó a cada uno de ellos que debían programar el dispositivo para que aromatice su cuarto durante la primera hora y media de sueño. Siete días después fueron evaluados mediante un examen sobre lo que recordaban de la clase de historia.
En el primer análisis se comprobó que no hubo diferencias entre los dos equipos en cuanto al puntaje del primer multiple choice. Sin embargo, se observó que el grupo Reactivación tuvo una mejor puntuación en el ejercicio del día 8 que el correspondiente a No-Reactivación. Asimismo, se demostró que para el grupo No-Reactivación hubo una caída significativa entre el testeo del día 1 y del día 8, mientras que para el grupo Reactivación sólo se evidenció una tendencia no significativa. Paralelamente, se controló el estado de ansiedad y la calidad del sueño de cada uno en ambos días de testeo y se observó que no existen grandes diferencias entre los grupos en cuanto a estos aspectos.
A modo de conclusión se pudo establecer que la reactivación dirigida de la memoria durante el sueño mejoró su consolidación de la información compleja como resultado de una clase durante la jornada escolar. Es más, una única sesión de clave durante el sueño fue suficiente para que se obtenga un efecto considerable.
“La ciencia no debe transcurrir en laboratorios y la educación en las aulas. Las aulas son los laboratorios en donde científicos pueden observar, medir, comparar y producir información para sí y para el sistema educativo. De esa relación se logran con más claridad horizontes de trabajo de mediano plazo y los fundamentos de por qué hacer o dejar de hacer lo que sucede en las escuelas”, expresa Álvarez Klar.