Un informe del Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) precisó que tres de cada diez chicos que asisten a escuelas privadas son pobres. Para entender más qué significa este dato, Newsweek Argentina conversó con Ianina Tuñon, una de las autoras del estudio titulado: «Caracterización de la población de niños/as y adolescentes escolarizados según el tipo de gestión educativa».
Lo primero que marcó fue que «a partir de la pandemia tenemos un conjunto de trabajadores que entraron en la pobreza: hoy el 30% de los trabajadores que tienen un empleo formal en la economía, que trabajan todos los días ocho horas, viven en condiciones de pobreza».
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«La realidad es que muchos de esos hogares mandan chicos a escuelas privadas, ya sean laicas o religiosas, de cuotas bajas o moderadas», indicó y detalló que «tres de cada diez niños viven en hogares que tienen esas características, lo que hoy está debajo de la línea de pobreza para poder adquirir una canasta básica total».
«Nos pareció importante poder señalar esto porque muchas veces o por lo menos a inicio de este año, se estaba planteando la posibilidad de realizar algún tipo de ayuda escolar: de hecho se habla en este momento de plantear un aumento del salario familiar, lo cual va a impactar también sobre esas familias«, señaló y afirmó que «eso es muy bueno porque en otras ocasiones, cuando se planteó por ejemplo, la Asignación Universal por Hijo, se excluyó a los niños que iban a escuelas privadas». «Si bien la medida no va a ser suficiente, en principio no excluye a estos sectores», subrayó.
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«Sin embargo, es importante priorizar el derecho del niño a estudiar independientemente de si va a una escuela pública o a una escuela privada subvencionada, como es el caso de la mayoría de las escuelas laicas o parroquiales con cuotas más accesibles«, enfatizó.
Y agregó: «En ese sentido, este informe de coyuntura quiso poner la lupa sobre una población que muchas veces es invisibilizada, que muchas veces no es ayudada por el Estado por ir justamente a una escuela privada, pero que implica para los sectores populares un enorme esfuerzo poder enviar a sus hijos a ese tipo de colegios».
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Actos seguido aclaró: «No es porque les sobre el dinero sino porque apuestan a escuelas de mejor calidad, muchas de ellas con una jornada completa que permite que los padres puedan trabajar, que hay menos adherencia a paros. Y por lo tanto, les ofrecen mayor seguridad en términos de la educación de sus hijos».
Ante este panorama, Ianina hizo una distinción respecto de la cuestión de la pobreza y la cuestión de la educación: «Hay dos temas distintos: uno es el de la pobreza que ya tiene una magnitud enorme: se calcula que siete de cada diez chicos son pobres en la Argentina» y añadió: «Por otro lado, tenemos la problemática de la educación, que es una gran problemática que tiene que ver con cómo priorizamos a los sectores sociales que más lo necesitan, los más vulnerables en términos de garantizar calidad, garantizar extensión de la jornada-doble jornada-«.
Aquí recordó: «En el año 2010, según la ley, deberíamos haber llegado al 30% de doble jornada de alumnos en los sectores más vulnerables de la Argentina y estamos muy lejos de eso. No hemos avanzado nada con esas metas».
«En ese punto, los hogares tienen ese dilema: qué tanto puedo garantizar mi trabajo y a su vez, la seguridad y la calidad educativa de mis hijos en escuelas estatales de los barrios más segregados del conurbano bonaerense o de las grandes áreas metropolitanas de las ciudades», marcó.
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En referencia a las acciones desde la política, aseguró: «Claramente el Estado eso no lo está garantinzando hace décadas, con lo cual los desafíos son superlativos, son realmente enormes en materia educativa y yo no veo que el tema educativo esté en la agenda: no ha estado en la agenda de los gobiernos de las últimas dos décadas».
Para concluir, señaló que «se están pensando políticas que sean paliativas» porque, según adivirtió: «Tampoco el sector estatal está en condiciones de seguir recepcionando chicos, con lo cual las escuelas privadas laicas y religiosas orientadas a los sectores populares también están cumpliendo un rol social muy importante».
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