En Argentina, la pobreza trepó al 55,5% durante el primer trimestre de este año, según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA. Una clara muestra de esto es la falta de alimentación en los chicos y chicas de nuestro país.
«Unos 10 millones de chicas y chicos en Argentina comen menos carne y lácteos en comparación al año pasado por falta de dinero», precisó Unicef en la octava encuesta que realizó a hogares con niñas, niños y adolescentes, la cual tiene una medición de alcance nacional.
Agregó que esto ocurre «en un contexto en el que, además, los ingresos de casi la mitad de los hogares con niñas y niños no alcanzan para cubrir gastos básicos de alimentación, salud y educación». El informe indicó también que «en las familias también se redujo el consumo de verduras y frutas (58%), y sólo aumentó la ingesta de fideos y harinas (24%)».
A esos datos hay que sumarle que «más de un millón de niñas y niños deja de comer alguna comida (desayuno, almuerzo, merienda o cena) por falta de dinero».
La organización explicó que «en siete de cada diez hogares donde esto sucede, la persona a cargo se encuentra ocupada y, dentro de ellas, más de un 60%, de manera informal».
En cuanto a la adquisición de alimentos, «tres de cada diez familias tuvieron que recurrir a algún préstamo o fiado para comprar comida y más de la mitad de los hogares, donde viven casi siete millones de chicas y chicos, debieron dejar de comprar algún alimento por falta de dinero».
Y añadió que «en nueve de cada diez familias, los ingresos no alcanzan para comprar la misma cantidad de productos básicos que en 2023, mientras que en el 82%, los ingresos no logran solventar gastos específicos de chicas y chicos, como útiles escolares, transporte, vestimenta y calzado».
En esa línea especificó que «un 23% de los hogares se dejaron de comprar medicamentos; en un 32%, se redujeron los controles médicos y odontológicos; y en un 41%, se utilizan ahorros para gastos corrientes».
La clase media también se vio afectada: un 9% de las familias tuvo que desafiliarse de la prepaga o cambiar a los niños de escuela, y aumentó el uso de la tarjeta de crédito para la compra de alimentos.
En cuanto a la ayuda social por parte del Estado, el estudio señaló que «el 93% de las personas encuestadas cree que los programas de protección social que brinda el Estado son necesarios, pero en el 68% de los hogares que reciben estas prestaciones, el dinero les alcanza para menos de la mitad de los gastos».
Datos que preocupan: la pobreza subió al 55,5% en el primer trimestre del año, según la UCA
