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«Hay que superar el miedo al celular e incorporarlo como una herramienta más»: entrevista a Adriana Puiggrós
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«Hay que superar el miedo al celular e incorporarlo como una herramienta más»: entrevista a Adriana Puiggrós

El Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, a cargo de Jorge Macri, anunció la prohibición del uso de los celulares en las escuelas. En los jardínes de infantes y en primaria no se podrán usar ni en las clases ni en los recreos, en lo que respecta a secundaria tendrán que estar guardados a excepción de cuando se lleven a cabo «actividades pedagógicas planificadas».

Para analizar esta medida en profundidad: su impacto en los alumnos y en los docentes, además del rol de los padres, Newsweek Argentina conversó con Adriana Puiggrós, exviceministra de Educación, doctora en Pedagogía de la UNAM y docente.

«A mí me parece que es una medida equivocada», marcó y explicó: «Los celulares forman parte del lenguaje, son los instrumentos que forman parte actualmente de la vida de niños y de adultos».

Acto seguido, hizo hincapié en que «los chicos leen muchísimo en el celular no es cierto que no leen, lo cierto es que leen en el celular». «La solución no es dejarlos que lean cualquier cosa si no que la solución es incorporar al celular como una nueva herramienta a través de la cual se puedan guiar aprendizajes», sostuvo y precisó: «No que lo puedan usar en cualquier momento dentro de la clase, pero sí que vayan avanzando en la posibilidad de usar un instrumento que se sume, por supuesto, a los libros».

Sobre el tema de no dejar que los estudiantes usen los celulares en los recreos, lo marcó «como un grave error»al tiempo que manifestó: «En todo caso, lo que sí está bien es poner límites a plataformas que pueden ser nocivas desde el punto de vista de la educación ética, de la educación social», es decir, «poner límites a las plataformas que son comerciales, que tratan de capturar a los niños, a los adolescentes en juegos y en ofertas que llevan luego a actividades, como la ludopatía».

«Esas plataformas que son comerciales deben limitarse, pero el celular tiene que pasar a formar parte de las herramientas de trabajo y de estudio que tienen los chicos», subrayó.

Al ser consultada sobre cómo van a hacer los docentes para implementar esta medida, sobre todo en el secundario, donde es probable que los adolescentes quieran llevar igual el celular al colegio, la especialista en educación respondió: «Todos los chicos dejan los celulares antes de entrar» y agregó: «El otro tema es que él que esté con el celular que esté trabajando sobre los temas que se están desarrollando, como si estuviera en una biblioteca».

«Cuando exisitieron las grandes bibliotecas en la historia de la humanidad, como la biblioteca de Alejandria. Hoy en la actualidad, una gran biblioteca como es la Biblioteca Nacional», ejemplificó y desarrolló: «Allí él que va, debe ser guiado para buscar en temas, etcétera y puede acceder a muchas cosas». «Pero para que acceda a los temas de interés educativo hace falta una guía por parte de los docentes en el caso de la escuela o en el caso de que a los chicos los manden a una biblioteca», señaló.

«El incluir una nueva herramienta es como cuando se incluyeron los libros hace muchos, muchos siglos», recordó y recalcó: «El tema es pedagógicamente cómo se utiliza esa nueva herramienta».

«Y también políticamente: si esa nueva herramienta no viene vinculada con intereses político-económicos», advirtió y amplió: «Las empresas que utilizan la fácil entrada a los celulares para promoveer diferentes tipos de ventas, etcétera e incluso adicciones».

«Pero el celular ya está presente como está presente una avanzadísima tecnología y con prohibir usarlos no se va a lograr nada», aseveró.

Y contó: «Cuando yo iba a la escuela nos pasábamos papelitos por abajo, hablamos de costado, de alguna manera nos desconectábamos del profesor que hablaba y hablaba».

Por lo tanto, aseguró: «Esto ocurrió siempre, ahora lo que hacen es tener el celular».

E indicó: «Lo que hay que hacer es superar el miedo al celular y avanzar pedagógicamente de manera que se pueda incorporar el celular como una herramienta más» y aclaró: «Como un medio y no como un fin».

ROL DE LOS PADRES: «NO PUEDEN HACER USO DEL CELULAR PARA DESRESPONZABILIZARSE DE LOS CHICOS»

En cuanto al rol de los padres y cómo deben manejar el uso que sus hijos hacen del celular, la entrevistada contestó: «Así como la televisión hay algo, que por supuesto no se cumple, que es el horario de protección al menor o cuando aparece el aviso que alerta que el siguiente programa contiene sexo, violencia, los padres tienen que estar muy atentos a eso».

«Todos hemos visto chicos chiquitos a los cuales los padres les dan el celular y los tienen dos horas, cinco horas, el tiempo que sea entretenidos. Eso no puede ser», sentencio y dejó en claro que «los padres tienen que decirles qué juego sí y qué juego no». «También, supongo que debe haber maneras de poner límites técnicamente a los celulares», añadió.

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«Hay que reconocer que los chicos empiezan a leer y a escribir, sobre todo a leer, muy temprano porque tienen los celulares en la mano», señaló y marcó: «Son saberes complejos los que van apareciendo en el celular y un chico de dos, tres años, que usa mucho el celular ya tiene un contacto con la lectura».

Ante este panorama, puso el foco en que «los padres no pueden hacer uso del celular para desresponsabilizarse de los chicos» y resaltó: «Los padres tienen que ser responsables a lo que están accediendo los chicos porque hay permanentemente plataformas muy agresivas, que se han instalado en los celulares.

Los adultos las pasan por alto y no se dan cuenta que el chico se ha metido dentro de un mecanismo que le crea adicción».

«Puede ser la adicción a ciertos dibujos animados y puede ser una adicción a la ludopatía», alertó y compartió: «Conozco casos de chicos muy chicos que juegan y ganan plata».

«En la escuela es lo mismo: el problema no son los chicos son los adultos», aseveró y sumó: «Tampoco es la nueva tecnología: son los productores de estas nuevas plataformas, programas, contenidos y la desresponsabilización por parte de los adultos».

Ante este panorama, sostuvo que «la presencialidad, el juego con otros chicos, el hacer deporte, todo eso es muy importante y el mal uso de la tecnología lleva a una individualización y causa perjuicios enormes en la sociedad», debido a que, «deshace sociedad» y  aclaró: «Eso no quiere decir que los chicos no hagan grupos, hacen grupos, trabajan colectivamente con chicos de diversos lugares del mundo. Y eso es una cosa nueva que hay que tenerla muy en cuenta».

«Pero una cosa no quita la otra», marcó y explicó: «No es echándole la culpa a la tecnología si no entendiendo que no se puede sustituir la actividad presencial con la tecnología». A modo de ejemplo, expresó: «Si en el recreo todos los chicos se ponen cada uno por su lado con su celular ahí tiene que haber una intervención adulta, pero no para quitarle los celulares porque eso no sirve para nada, ya que, van a abrir los celulares en la calle o a escondidas, pero sí una invitación a deportes, a juegos, a actividades atractivas».

En este punto, remarcó que «el tema deportes es muy importante y la escuela prácticamente lo ha abandonado» y destacó: «Es un tema que les interesa muchos a los chicos, es mejor que estén jugando un buen partido de fútbol a que estén haciendo apuestas por el celular».

«Pero todo esto implica grandes cambios político-pedagógicos», afirmó y y resumió: «Te los podría sintetizar en el celular sí porque ya está, es como querer tapar la luna con la mano». Ante esto, «hay que desarrollar una pedagogía del uso de las nuevas herramientas tecnológicas», manifestó y cerró: «Que la tecnología se transforme en un elemento de aprendizaje controlado por los adultos tanto en sus casas como en las escuelas».

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