La Iglesia católica advirtió hoy que en la sociedad argentina hay un «clima de violencia muy grande» en el cual la gente se «pelea por cualquier cosa», por lo cual exhortó a «tener una verdadera escucha activa de los demás que permita salir de los pantanos y aprender a dialogar».
El llamamiento provino del obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, quien instó a que «podamos aprender a escuchar», que «es un ejercicio difícil».
En su reflexión de este domingo, el prelado hizo un paralelo con el relato evangélico de los peregrinos de Emaús, que el día de la resurrección de Jesús, con su fe en crisis, abandonaron discutiendo el lugar donde estaban los apóstoles.
«Cuando uno está enojado y cuando uno está triste discute por cualquier cosa, todo lo irrita; esta situación de los discípulos en desaliento y en tristeza se parece muchísimo a la que nosotros vivimos en el país», sostuvo Ojea.
«Nos peleamos ya por cualquier cosa, el clima de violencia es muy grande; va de las palabras a los hechos y de alguna manera influye tremendamente en nuestro nerviosismo», aseveró.
Y advirtió que «en la calle mismo nos damos cuenta de ese estado de ánimo tan propenso a discutir por cualquier cosa, porque estamos enojados con lo que nos está pasando».
Relató entonces que «se presenta este compañero de camino, este extraño al que ellos no reconocen y que es Jesús», que los escucha y con quien «hay una empatía muy importante». Así, Ojea destaca la importancia de escuchar.
«La escucha es una escucha del corazón, tenemos que tener los oídos en el corazón para poder escuchar bien, para poder aprender este ejercicio tan importante, para poder dialogar», sostuvo el titular del Episcopado, informó la agencia católica AICA. Y exhortó a que «podamos aprender a escuchar», que «es un ejercicio difícil».
«Tenemos que hacer silencio de nosotros mismos para no estar todo el tiempo buscando confirmar lo que pensamos, lo que esperamos y tener una verdadera escucha activa de los demás que nos permita salir de los pantanos y aprender a dialogar», enfatizó.
También instó a «ver lo que la Iglesia argentina va haciendo a través de las distintas comunidades, tantas obras que abarca la misión de la Iglesia y nuestra posibilidad de colaborar juntos, de aportar juntos a esta tarea».