Daniel Barzola, uno de los pilotos que trasladó ayer a la Selección argentina en helicóptero, charló esta mañana con Ari Paluch en Rivadavia y al ser consultado sobre cuánto tiempo antes se enteró que iba a llevar a los jugadores, contó que «la verdad fue muy sorpresivo porque a mí me llaman cuando estaba ingresando a mi domicilio, había hecho guardia y estaba comenzando mi franco» y agregó: «Me llaman y me dicen, ‘¿Daniel donde estás? Venite ya que tienen que salir dos helicópteros muy probablemente».
«Yo me imaginé que habría pasado algún accidente en algún barco, en una isla, en el río. Entonces, le pregunté qué había pasado», indicó y añadió que «medio broma, medio en serio, me dice, ‘tenemos que rescatar a los jugadores de la Selección'». En ese contexto, precisó que él llevó a «Montiel, Molina, Enzo Fernández, Tagliafico, del cuerpo técnico estuvo Ayala» y remarcó que «Montiel me dejó sacarme una foto con su medalla».
Por lo tanto, afirmó que «fue un honor muy, muy grande» y subrayó que «intentamos llevar el trabajo lo más profesionalmente posible con la emoción que nos generaba». Ante ese escenario, destacó que los jugadores «se subieron (al helicóptero) con total soltura» y detalló que «por ejemplo, Enzo Fernández se puso a hacer un vivo, nos hacían chistes, charlaban con nosotros».
Es por eso, que aseveró que el viaje «fue muy ameno» y recalcó que «cuando hicimos la vuelta olímpica simbólica, ellos se asombraron por la cantidad de gente», es decir, «ellos sabían de la cantidad de gente porque además la venían viendo en el colectivo, pero tomaron conciencia de la magnitud al ver a todas esas personas desde arriba».
Sobre el recorrido, indicó que «bajé a 150 metros y eso es lo máximo que se puede descender» y explicó que «era para que ellos pudieran ver a la gente y la gente los pudiera ver a ellos». En ese sentido, marcó que «desde la cabina de pasajeros, los jugadores decían, mirá allá, fijate esto, lo otro» y sumó: «Trataban de levantar las manos desde el helicóptero para saludar a la gente».
