Este 9 de mayo se conmemora el 10° aniversario de la sanción de la Ley 26.743 de Identidad de Género, que puso a la Argentina como pionera en el mundo en materia de reconocimiento de derechos humanos, tras una amplia lucha de la comunidad LGBTIQ+.
A través de esta normativa, el Estado reconoce las personas por su identidad de género autopercibida, lo que permite modificar su DNI y pasaporte sin necesidad de una orden judicial ni diagnóstico médico. Tras 10 años de su puesta en marcha, ya son más de 12.000 las rectificaciones realizadas en el país.
De acuerdo a un informe realizado por el Registro Nacional de las Personas (Renaper), desde el 2012 hasta marzo de este año, hubo 12.655 personas que solicitaron su modificación de datos en su Documento Nacional de Identidad.
El documento muestra que el 61,98% de los trámites fue para que se rectifiquen la categoría “Mujer”, mientras que el 35,15% eligió “Varón”. Además, debido al decreto N° 476/21 que se sancionó en julio del 2021 para reconocer a las identidades no binarias, el 2,87% optó por esta opción.
Si se tiene en cuenta la edad de quienes solicitaron este cambio, es que la mayoría son gente joven adulta con un promedio de 33 años. Sin embargo, hay un alto porcentaje también en mayores de 40, a la vez que hay 525 personas menores de hasta 17 años.
Con respecto a cómo evolucionó la cantidad de trámites, tras su sanción en el 2012 se realizaron 1.708 pedidos, aunque luego hubo un notable descenso. Recién en 2018 volvieron a crecer y tras un bajón en 2020 por la pandemia, en 2021 se llegó a una cifra récord con 2.366 solicitudes.
De esta forma, se estima que de cada 100.000 habitantes argentinos, hay 26 que hicieron uso de la rectificación por la Ley de Identidad de Género. La provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son las dos zonas donde se registraron la mayor cantidad de casos, mientras que Tierra del Fuego y La Pampa es donde menos hubo. Además, hay un 1,08% que son residen en el exterior.
