Luego de revelar el índice de pobreza, que en 2022 alcanzó al 39,2% de las personas, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer un nuevo dato que preocupa: más de un millón de argentinos viven en condición de hacinamiento crítico.
De acuerdo al último informe sobre el indicador de condiciones de vida de los hogares, que midió 31 aglomerados urbanos, al segundo semestre del año pasado hubo 217.000 hogares en los que conviven más de tres personas en un mismo cuarto. Esto representa a 1.202.000 de personas (4,1% de la población) en hacinamiento crítico.
Por otro lado, hay 9.676.000 hogares (28.022.000 de personas) que viven sin hacinamiento crítico, de los cuales en 8.398.000 conviven menos de 2 personas por cuarto; y en 1.278.000 los cuartos de comparten entre 2 y 3 personas.
Otro dato preocupante sobre las condiciones de vida es que más de la mitad de los argentinos (50,2%) no tiene acceso a al menos uno de los tres servicios básicos: agua, gas o cloacas.
Según el INDEC, el 9,9% hogares (3.349.000 personas) no cuenta con agua corriente; el 31,5% (10.627.000 personas) no tiene conexión de gas; y el 26,7% (8.817.000 personas) no accede a las redes de desagües cloacales.
Desde el organismo estadístico remarcaron que este indicador “puede presentar resultados disímiles según región, en función de cuán extendidas se encuentren estas redes en cada territorio”. Además, el acceso depende también de que los hogares “puedan realizar las conexiones domiciliarias” a estos servicios.
El informe también señala que hay 1.401.000 personas (4,8%) que viven cerca de basurales; mientras que 2.253.000 (7,7%) lo hacen en zonas inundables. En cuanto a la calidad de los materiales de su vivienda, hay 2.395.000 personas que están cuya calidad es insuficiente y 4.066.000 con calidad parcialmente insuficiente.