Argentina atraviesa la caída más importante de nacimientos de toda su historia. El dato surge de un estudio elaborado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) que determinó que la tasa de fecundidad disminuyó un 34% entre 2014 y 2020, es decir, que cada uno de esos años hubo 250.000 nacimientos menos.
En el informe titulado: «Odisea Demográfica. Tendencias demográficas en Argentina: insumos clave para el diseño del bienestar social», se explica que la caída obedece a que los embarazos adolescentes bajaron 55%. El texto hace hincapié en que se trata de un «dato no menor puesto que los embarazos en edades tempranas son, en su mayoría, no intencionales» y agrega que «además, los diferenciales por condición socioeconómica o regiones también tendieron a disminuir».
«El descenso de la fecundidad general y, más particularmente, de la fecundidad adolescente es doblemente positivo: refleja los logros alcanzados en el acceso a derechos sexuales y reproductivos, lo que permitió una baja importante en los embarazos no deseados, y tiene un rol crítico en la autonomía económica de las mujeres y en la reducción de la vulnerabilidad social«, destaca.
CÓMO INFLUYÓ LA PANDEMIA
CIPPEC precisa que «la División de Población de Naciones Unidas estima que entre 2020 y 2021 se habrían producido unas 90.000 muertes adicionales a las esperables, que podrían atribuirse a la pandemia» y recalca que «esto implica una reducción temporal de la expectativa de vida al nacer de casi dos años en ese período, que se recupera rápidamente a partir de 2023».
«En relación a la fecundidad, los datos de nacimientos en Argentina correspondientes al 2021 aún no están disponibles para evaluar el impacto que la pandemia pueda haber tenido», agrega.
En cuanto a lo que pasó internacionalmente en el marco del coronavirus, el estudio detalla que «la evidencia en otros países, en los últimos meses de 2020 y primeros meses de 2021, indica que el efecto a la baja de la fecundidad primó. En cambio, los meses siguientes muestran una recuperación de los niveles de fecundidad prepandemia».
QUÉ ES EL BONO DEMOGRÁFICO
El informe indica que «las tendencias demográficas observadas dan cuenta de que el país está atravesando una situación conocida como «bono demográfico», caracterizada por una elevada proporción de la población en edad de trabajar frente a una población dependiente infantil que disminuye y una proporción de personas mayores aún no muy grande» y resalta que «este fenómeno arroja un escenario en el que la población activa es considerablemente mayor a la inactiva, lo que puede funcionar como aliciente para maximizar los recursos generados en el país, mejorando las condiciones para el sustento de más políticas redistributivas».
No obstante, marca que «se requiere de inversiones estratégicas en capital físico y humano, a fin de aumentar la productividad de la economía» y añade que «además, es menester diseñar políticas públicas que sean consistentes con la dinámica poblacional esperada».
En ese punto, precisa que «teniendo en cuenta la reducción en las tasas de fecundidad, hoy sabemos que la población de niños/as menores de 5 años en 2025 será algo inferior a los 3 millones (ONU, 2022), cuando las proyecciones basadas en el Censo 2010 indicaban que habría aproximadamente 3.6 millones (INDEC, 2022; INDEC, 2012), por lo que la planificación de políticas de cuidados o primera infancia deberían adaptarse a esta nueva realidad».