Se encontró el tercer campo que rodea a la Tierra, el encargado de este hallazgo fue el cohete Endurance de la NASA. ¿Por qué es tan importante este descubrimiento?
Consiste en «un campo ambipolar» al que los expertos definen como «un agente del caos». Es una pieza clave para comprender como funciona la Tierra y es la primera vez que los científicos pudieron medirlo.
Hasta el momento se tenía conocimiento de dos campos de energía que crea nuestro planeta. El primero es el campo gravitacional, cuya función es mantener nuestra atmósfera, ya que, sin la gravedad suficiente, la atmósfera escaparía al espacio. El segundo campo es el magnético, que actúa como un escudo que protege a nuestro planeta del viento solar, la corriente de partículas cargadas que libera el Sol.
El tercero, que es el que se acaba de descubrir, es el ambipolar, ¿de qué se encarga? Su tarea es contrarrestar la gravedad y expulsar partículas al espacio.
La hipótesis acerca de la existencia de un campo eléctrico ambipolar se elaboró por primera vez hace más de 60 años. Se pensaba que este campo fomentaba el escape de la atmósfera de nuestro planeta hacia el espacio exterior por arriba de los polos norte y sur de la Tierra.
«Cada vez que una nave espacial sobrevolaba los polos de la Tierra, se sentía este viento supersónico de partículas, llamado viento polar, que fluye hacia el espacio”, detalló Glyn Collinson, investigador principal de la misión del cohete Endurance del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, cuyo estudio fue publicado en Nature.
Y añadió: «(Se pensaba que) debía haber alguna fuerza invisible acechando allí, responsable de esta salida. Pero nunca antes habíamos podido medirla porque no teníamos la tecnología necesaria».
Para poder medir esta fuerza, armaron el cohete Endurance y en mayo de 2022 lo lanzaron desde Svalbard, una pequeña isla ubicada al norte de Noruega.
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Suzie Imber, física espacial de la Universidad de Leicester, Reino Unido, y coautora del estudio, remarcó que «Svalbard es el único campo de cohetes del mundo donde se puede volar a través del viento polar y realizar las mediciones que necesitábamos».
El Endurance logró una altitud de 768 kilómetros y amarizó 19 minutos luego en el mar de Groenlandia. En el vuelo suborbital de 15 minutos el Endurance midió un cambio en el potencial eléctrico de 0,55 voltios.
«Medio voltio no es nada ¿no es así? Es casi la misma fuerza de una de esas pequeñas baterías de reloj», precisó al tiempo que subrayó: «Pero esa es exactamente la cantidad que se necesita para explicar el escape de viento polar».