Una nueva polémica surgió en la provincia de Buenos Aires y tiene que ver con el ámbito escolar. Se trata de una iniciativa que aprobó el Consejo General de Cultura y Educación bonaerense y que fue desarrollada por la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE), liderada por Alberto Sileoni.
El proyecto contiene tres cambios fundamentales: el reemplazo de las mesas de exámen por instancias de intensificación para acreditar materias, dividir la enseñaza en dos cuatrimestres en vez de en tres trimestres y la puesta en marcha del Registro Institucional de Trayectorias Educativas (RITE) que tiene como objetivo calificar el aprendizaje de los alumnos de forma conceptual: «avanzada», «en proceso» o «discontínua».
La idea es avanzar con estas modificaciones en este mismo ciclo lectivo al tiempo que hicieron hincapié en que continuará implementandose el mismo régimen académico, la calificación con números para aprobar las materias y y el sistema de promoción en el que pueden tenerse pendientes cómo máximo dos asignaturas.
Con las nuevas modificaciones, si un estudiante de tercer año se lleva matemática tendrá que acreditar la materia a través de una instancia de intensificación en diciembre, febrero o marzo y si además cuenta con una materia previa de ciclos anteriores, por ejemplo, literatura de segundo, rendirá ante una mesa de examen esa materia.
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Respecto al Registro Institucional de Trayectorias Educativas, los alumnos serán calificados de manera cualitativa al promediar cada cuatrimestre, en mayo y octubre, y al terminar los mismos a través de tres categorías: trayectoria educativa avanzada (TEA), si logran los aprendizajes correspondientes y tuvieran una buena relación pedagógica; trayectoria educativa en proceso (TEP), si no alcanzan de manera suficiente los aprendizajes requeridos, pero logran una buena vinculación pedagógica y trayectoria educativa discontinua (TED), si no adquieren los conocimientos necesarios y la relación pedagógica se encuentra por debajo de la esperada.
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