El Gobierno nacional creó la Unidad de Inteligencia Artificial Aplicada a la Seguridad (UIAAS), con la cual busca implementar la IA para combatir los ciberdelitos en redes sociales y sitios web.
La unidad fue oficializada a través de la Resolución 710/2024 publicada en el Boletín Oficial, que lleva la firma de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La normativa señala que “el avance de la tecnología, en particular de la Inteligencia Artificial, representa uno de los cambios socio-tecnológicos más relevantes para la población en general”.
Quishing: ¿cómo funciona esta nueva modalidad de robo a través de códigos QR?
En ese sentido, considera que “su utilización puede mejorar significativamente la eficacia y eficiencia de las distintas áreas del Ministerio de Seguridad y las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales, ayudándoles a responder más rápido y con mayor precisión a las amenazas y situaciones de emergencia”.
Dicha unidad funcionará en la Dirección de Ciberdelito y Asuntos Cibernéticos dependiente de la Unidad Gabinete de Asesores, y estará integrada por las áreas de las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales competentes en la materia.
Su principal objetivo será la “prevención, detección, investigación y persecución del delito y sus conexiones mediante la utilización de la inteligencia artificial”.
Entre sus funciones, podrá “patrullar las redes sociales abiertas, aplicaciones y sitios de Internet, así como la llamada ‘Dark-Web’ (internet profunda), en orden a la investigación de delitos e identificación de sus autores, así como la detección de situaciones de riesgo grave para la seguridad, en el marco de la Constitución Nacional y legislación vigente”.
Además, podrá identificar y comparar imágenes en soporte físico o virtual; analizar imágenes de cámaras de seguridad en tiempo real a fin de detectar actividades sospechosas o identificar personas buscadas utilizando reconocimiento fácil; utilizar algoritmos de aprendizaje automático a fin de analizar datos históricos de crímenes y de ese modo predecir futuros delitos y ayudar a prevenirlos; identificar patrones inusuales en las redes informáticas y detectar amenazas cibernéticas antes de que se produzcan ataques, como malware, phishing y otras; y procesar grandes volúmenes de datos de diversas fuentes para extraer información útil y crear perfiles de sospechosos o identificar vínculos entre diferentes casos.
Además, permitirá patrullar mediante drones áreas extensas, proporcionar vigilancia aérea y responder a emergencias; la realización de tareas peligrosas, como la desactivación de explosivos, mediante robots; y detectar transacciones financieras sospechosas o comportamientos anómalos que podrían indicar actividades ilegales.