Tras la muerte de la joven Mahsa Amini, de 22 años, quien fue arrestada la semana pasada por la policía moral en Teherán por llevar «vestimenta inadecuada» (aparentemente no tenía su pelo totalmente cubierto), desató una ola de protestas en Irán.
Hay al menos dos muertos y decenas de heridos y detenidos en estas manifestaciones, que se complementan con una fuerte campaña en la que las mujeres se filman y comparten historias cortándose el pelo, en un claro desafío al Gobierno de la república islámica.
Para intentar contener estas manifestaciones, las autoridades decidieron restringir el acceso a Instagram, una de las últimas redes sociales operativas en esta nación. Esta información surge de un reporte de NetBlocks, un sitio de vigilancia en internet con sede en Londres.
De acuerdo a esos datos, se registra una interrupción casi total del servicio desde el lunes en partes del Kurdistán, mientras que en Teherán y otras áreas del país también se verificaron bloqueos desde el viernes pasado, cuando comenzaron las protestas.
El Ministerio de Comunicaciones de Irán había desmentido este miércoles que los servicios se hubieran bloqueado, como habían señalado muchos medios locales. Sin embargo, en la práctica se ha reportado que no está en funcionamiento.
Según lo afirma la agencia Reuters, tanto esta red como TikTok, YouTube, Twitter y Facebook son bloqueados muy frecuentemente por Teherán, uno de los regímenes más restrictivos del mundo en materia de telecomunicaciones.