La relación entre Elon Musk y Twitter podría romperse muy pronto. Apenas unos meses pasaron desde que el magnate confirmó que iba a comprar la plataforma, pero ahora advierten que tendría intenciones de dar marcha atrás con las negociaciones.
Un informe de The Washington Post señala que a tres meses de iniciar con el diálogo, el empresario habría decidido “dejó de participar de ciertas discusiones sobre financiamiento” para quedarse con la compañía, lo que hace temer que no se llegue a buen puerto.
En abril de este año, el dueño de Tesla había llegado a un acuerdo con los accionistas de la red social para hacerse con el 100% a cambio de US$ 44.000 millones.
Tras hacer oficial la operación, comenzó a generarse mucha expectativa sobre el futuro de Twitter: las acciones en la bolsa subieron un 6%, pero los discursos de Musk sobre la libertad de expresión hicieron temer que la plataforma se convierta en un riesgo por los discursos de odio.
“Espero que hasta mis peores críticos permanezcan en Twitter, porque eso es lo que significa la libertad de expresión”, había escrito.
Sin embargo, poco tiempo después comenzaron los cruces y las negociaciones entraron en un camino sinuoso. Todo comenzó con un reclamo por parte del magnate hacia los directivos de la plataforma por la cantidad de spam, y aseveró que la compra quedaba “temporalmente suspendida”.
Twitter deal temporarily on hold pending details supporting calculation that spam/fake accounts do indeed represent less than 5% of usershttps://t.co/Y2t0QMuuyn
— Elon Musk (@elonmusk) May 13, 2022
El empresario sudafricano había solicitado a las autoridades que respalden sus datos sobre la cantidad de cuentas falsas, las cuales aseguran solo llegan al 5% del total. Parag Agrawal, CEO de la red social, le respondió y reveló que Musk tuvo acceso a los datos que maneja la compañía.
Desde ese entonces, el diálogo parece haberse frenado. Según el citado medio, en las últimas semanas el dueño de Tesla se habría planteado incluso la posibilidad de no avanzar con la operación.
Al respecto, fuentes señalaron que el inconveniente que tendría atado a Musk a concretar la compra sería una cláusula en el contrato, que establece que, en caso de dar marcha atrás, debe abonar una indemnización de US$ 1.000 millones.