La Real Academia Sueca de las Ciencias anunció este miércoles que el premio Nobel de Química 2022 es para Carolyn Bertozzi, Morten Meldal y Barry Sharpless, investigadores que descubrieron una serie de reacciones moleculares a través de una tecnología llamada «química clic» o «química bioortogonal».
Estas reacciones permiten que los bloques de construcción molecular se junten para crear eficazmente nuevos compuestos deseados, y dichas tecnologías tienen una importante aplicación, por ejemplo, en el desarrollo de fármacos contra el cáncer.
«Gracias a las reacciones bioortogonales, los investigadores han mejorado la orientación de los fármacos contra el cáncer, que ahora se están probando en ensayos clínicos», sostiene el comunicado de la entidad, que les otorga como reconocimiento una suma de 10 millones de coronas suecas (unos US$ 915.072).
En la naturaleza, cuando pequeñas unidades moleculares se unen, generan sustancias. La “química clic” emula ese proceso y lo hace “a medida”, con un fin determinado, acelerando los tiempos de estudio y haciendo más eficientes los resultados. Desde esa perspectiva, la “química clic” no sería una técnica, sino un concepto de emulación de la naturaleza.
Para Sharpless es su segundo Nobel, de manera que pasa a formar parte de una exclusiva elite que de científicos, junto a John Bardeen (ganó dos veces el de Física), Marie Curie (Física y Química), Linus Pauling (el de Química y el de la Paz) y Frederick Sanger (dos veces el de Química).
Pero Bertozzi se mostró sumamente sorprendida. En una comunicación telefónica tras el anuncio, afirmó: “Estoy absolutamente aturdida, estoy sentada aquí y apenas puedo respirar».