Los soldados más jóvenes que crecieron jugando videojuegos podrían tener un mayor riesgo de sufrir lesiones, pero también una mayor habilidad cognitiva, de acuerdo con dos artículos militares publicados por separado el mes pasado.
Los videojuegos se han convertido en un fenómeno cultural entre los jóvenes. Un informe reciente derivado de una encuesta muestra que, entre 2019 y 2021, las personas de dos años de edad o más dedicaron entre 12 y 16 horas semanales a juegar videojuegos.
Pero el Ejército de Estados Unidos ha ofrecido opiniones no conclusivas con respecto a si los videojuegos ayudarán a preparar a la próxima generación de las fuerzas armadas.
El Ejército advirtió en un comunicado de prensa que los jóvenes reclutas, que provienen de una generación que dedica mucho más tiempo a jugar videojuegos que a realizar actividades de otro tipo, tienen un estilo de vida “mucho más sedentario” que las generaciones anteriores.
El Ejército añadió que los estilos de vida sedentarios podrían volverlos más proclives a sufrir lesiones en el entrenamiento. Y eso se debe a que no están acostumbrados a la actividad física intensa.
“Hemos visto lesiones que van desde fracturas agudas y caídas hasta desgarros del tendón anterior de la rodilla. También observamos distensiones musculares y fracturas por estrés”, indicó en el comunicado la capitana Lydia Blondin, subjefa de Terapia Física del Hospital Militar Comunitario General Leonard Wood.
Blondin indicó que las lesiones se presentan comúnmente en las extremidades inferiores. Y que en el Ejército también suelen observarse concentraciones bajas de calcio y vitamina D, que generalmente se relacionan con estilos de vida sedentarios, de acuerdo con el Centro Nacional de Información de Biotecnología (NCBI).
Sin embargo, en otro artículo publicado semanas después por la Marina de Estados Unidos se describen algunos beneficios de los videojuegos en los jóvenes reclutas.
En el artículo se explica que la Marina ha utilizado por años los videojuegos para entrenar a los marinos, y que la Oficina de Investigación Naval (ONR) patrocina investigaciones para comprender mejor los efectos cognitivos de los videojuegos.
“Cualquier persona que esté en una posición donde pueda beneficiarse de un control cognitivo mayor que el normal, atención en todos los niveles y procesamiento de la visión periférica, se beneficiaría al jugar juegos de acción, que son principalmente juegos de disparos en primera y tercera persona”, escribió en el artículo el Dr. C Shawn Green, catedrático de Psicología de la Universidad de Wisconsin-Madison.
“Obviamente, se trata de un amplio conjunto de personas, que van desde quienes participan en combate hasta elementos como cirujanos o pilotos”.
El Dr. Ray Pérez, funcionario de programa del Departamento de Desempeño de Combatientes de la ONR, observó que las personas que juegan videojuegos procesan la información más rápidamente. Y que “decenas de horas de videojuegos” pueden cambiar la estructura cerebral de una persona.
En el pasado, el Ejército estadounidense utilizó videojuegos para reclutar posibles miembros de las fuerzas armadas. En 2020, utilizó un canal de Twitch para redirigir a los espectadores a una página de reclutamiento militar. Sin embargo, la práctica provocó la ira de algunas personas en el mundo de los videojuegos.
El ejército también ha publicado sus propios videojuegos, entre ellos, America’s Army, como herramientas de reclutamiento.
Publicado en cooperación con Newsweek en español