«Twitter será siempre gratuito para usuarios casuales, pero podría haber un pequeño cargo para las cuentas comerciales y gubernamentales«. Con esas palabras, el magnate Elon Musk anticipó que la red social que acaba de adquirir comenzaría a tener un servicio pago.
El millonario dueño de Tesla oficializó la compra de Twitter por US$ 44.000 millones y tiene el objetivo (ya anunciado) de que deje de cotizar en la Bolsa para pasar a ser una compañía privada. Por lo tanto, uno de los grandes retos es garantizar la rentabilidad para recuperar la inversión.
Twitter will always be free for casual users, but maybe a slight cost for commercial/government users
— Elon Musk (@elonmusk) May 3, 2022
Durante los últimos años, la plataforma había analizado diversas modalidad de suscripción, y finalmente lanzó Twitter Blue, por US$ 2,99, pero dedicada principalmente a usuarios muy frecuentes y no directamente a comercios y organismos gubernamentales. Pero Twitter también tiene otros servicios pagos. Por ejemplo, permite a aquellas empresas más vinculadas al marketing acceder a su API para análisis de marcas.
La posible respuesta del mercado a estas modificaciones que empieza a plantear Musk puede tener distintos efectos, y uno de ellos se da puertas adentro: los empleados temen despidos masivos tras la compra. En una reunión virtual con trabajadores, el actual CEO, Parag Agrawal, no pudo comprometerse a garantizar la totalidad de los puestos, y se limitó a asegurar que “Twitter siempre a cuidado a sus trabajadores y lo seguirá haciendo”.
Los temores tiene su fundamento: Musk le dijo a la Bolsa que su plan es vender Twitter en un plazo de tres años, devolviéndole su condición de empresa pública, y eso podría implicar fuertes recortes, empezando por los salarios de los directivos.