El rapero Sean Diddy Combs enfrenta nuevas acusaciones por su violenta conducta en las fiestas tumultuosas que realizó durante años en sus propiedades y por las cuales ahora lleva casi un mes detenido.
Durante los allanamientos de los inmuebles, las autoridades descubrieron más de mil botellas de aceite para bebé, lo que ha llevado a la suposición de que las mezclaba con otra sustancia para incapacitar a las mujeres que presuntamente iba a agredir sexualmente.
El número de botellas recuperadas es un dato verificado: el expediente judicial sobre el caso de Diddy, al que tuvo acceso TN Show, confirma esta información. «En marzo de 2024, durante las redadas en las residencias de Combs en Miami, Florida, y Los Ángeles, California, las fuerzas de seguridad incautaron diversos artículos relacionados con las ‘Freak Offs’, incluyendo narcóticos y más de mil botellas de aceite para bebé y lubricantes», detalla el documento legal.
La controversia en torno al uso de este aceite se intensificó recientemente tras una entrevista de la abogada Ariel Mitchell-Kidd, quien representa a una de las presuntas víctimas. Esta abogada acusó a Combs de violar a su clienta, con la ayuda de un guardaespaldas y un amigo, alegando que el rapero amenazó a la mujer con un cuchillo y la forzó a desnudarse antes de «rociarla con una sustancia líquida».
La letrada mencionó que, en un inicio, su clienta pensó que el líquido era ácido, pero luego se dio cuenta de que se trataba de un lubricante o aceite. Según su testimonio, la víctima notó cómo su cuerpo se debilitaba progresivamente y no podía entender la causa. «Sintió que el líquido que le estaban echando tenía algo que la debilitaba», comentó.
Mitchell-Kidd sostiene, aunque sin pruebas legales, que Diddy habría mezclado el aceite con GHB, una droga ilegal que se conoce comúnmente como «éxtasis líquido». Esta sustancia, que puede presentarse en polvo o mezclarse con líquidos, ha sido mencionada en varios casos de abuso sexual, según un informe de BuzzFeed de 2019.
El cantante enfrenta serias acusaciones por forzar a hombres y mujeres a participar en actos sexuales, mientras estaban bajo los efectos de drogas, en eventos conocidos como «Freak Offs», los cuales eran grabados en video.
Las torturas, según los investigadores, podían durar varios días, y las víctimas recibían tratamiento intravenoso para su recuperación. También se alega que Diddy grababa estos actos para posteriormente chantajear a sus víctimas.