El ex secretario de Transporte Ricardo Jaime se entregó esta mañana en los tribunales de Comodoro Py, cumpliendo así la condena a seis años de prisión que la Corte Suprema de Justicia dejó firme tras rechazar la última apelación de su defensa.
Jaime, quien fuera funcionario en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, es ahora el último de los condenados por la tragedia de Once en volver a prisión.
Acompañado de sus abogados, Jaime llegó al Tribunal Oral Federal 2, el cual había fijado el plazo para su detención hasta hoy. Aunque había solicitado una suspensión para obtener prisión domiciliaria por razones de salud y edad, esta petición fue rechazada, por lo que, tras los trámites correspondientes, será trasladado a una cárcel federal para cumplir su condena.
El ex funcionario ya había estado en prisión desde 2016 hasta marzo de 2023, acumulando seis condenas por corrupción, incluyendo la tragedia ferroviaria de Once.
En ese accidente, ocurrido en febrero de 2012, un tren chocó en la estación de Once, dejando un saldo de 51 muertos y más de 700 heridos. Por este hecho, Jaime fue sentenciado en 2015 junto a otros ex funcionarios y directivos del grupo Trenes de Buenos Aires (TBA), quienes también cumplieron sus penas.
La Corte Suprema confirmó recientemente su condena de cinco años por administración fraudulenta, un fallo que fue revisado en varias ocasiones. Inicialmente, Jaime había recibido una sentencia más extensa que incluía otros cargos, pero finalmente se ratificó una pena de seis años sin los delitos adicionales.
Ante esta situación, la defensa de Jaime insistió en solicitar el arresto domiciliario, argumentando problemas de salud y su próxima llegada a los 70 años, edad a partir de la cual la ley permite dicha modalidad de detención. Sin embargo, el tribunal decidió rechazar la solicitud inmediata, aunque abrió una causa paralela para evaluar el pedido, el cual incluye una revisión médica por parte del Cuerpo Médico Forense.
Además de la condena por Once, Jaime enfrenta otros cargos, como enriquecimiento ilícito y el pago de sobornos para la construcción de un tren bala que nunca se llevó a cabo. También está procesado en la causa de los «cuadernos de la corrupción», junto a otros ex funcionarios y empresarios. Su situación judicial aún cuenta con varias causas pendientes y condenas apeladas que podrían modificar su pena.