Sin clubes de natación y piletas públicas, y con los ojos puestos en el verano, estos destinos proponen un escape fuera de lo común y un chapuzón fresco completamente natural. Desde una pileta en forma de ocho accesible solo después de una extenuante caminata en Australia, hasta un profundo cuerpo de agua formado en los campos de roca de lava en Samoa, aquí hay algunos manantiales naturales en todos los rincones del mundo para explorar en la próxima aventura.
1 – The Grotto
Tobermory, Ontario
Un gran lugar para que los excursionistas se refresquen, este pedazo de paraíso en el Parque Nacional Bruce Peninsula es conocido por ser bastante frío. Un túnel subterráneo realza el color azul brillante del agua de la gruta.
2 – Devil’s Den
Williston, Florida
Con una cómoda temperatura de 22°c durante todo el año, este manantial natural ofrece a los visitantes la oportunidad de hacer snorkel o bucear para explorar una cueva prehistórica desde debajo de la superficie. Su nombre se deriva del vapor que se ve subir desde la apertura de la cueva durante los meses más fríos.
3 – Cenote Ik-Kil
Chichen Itza, México
Para experimentar la belleza de este cenote, o pozo natural, hay que descender una escalera de 25 metros. A diferencia de algunos de los manantiales más escondidos del mundo, este requiere un tarifa de admisión, pero los pocos dólares valen la pena para ver esta joya natural en persona.
4 – Giola Pool
Astris, Grecia
Grecia está llena de hermosas vistas de aguas turquesas, pero esta laguna marina natural es una vista única. Tallado en rocas y accesible desde un camino de tierra marcado con carteles pintados, este oasis de agua a veces se encuentra sin persona alguna.
5 – Pamukkale
Denizli, Turquía
En lugar de ser un escape refrescante del calor, estas piscinas termales ofrecen a los visitantes una oportunidad para darse un chapuzón en las aguas termales y experimentar el fenómeno natural único. Pamukkale, que significa «castillo de algodón» en turco, está hecho de agua que cae en cascada por los estantes de piedra caliza.
6 – Sumidero de Bimmah
Mascate, Omán
Aunque muchos dicen que este lugar es el producto de un meteorito, en realidad un sumidero natural creó esta hermosa pileta de agua salada y dulce. Algunos buscadores de aventuras se sumergen desde el borde hasta el agua, pero esto no es necesario debido a la escalera que conduce a la piscina.
7 – Cataratas Kuang Si
Luang Prabang, Laos
La belleza de este manantial va más allá de la pileta de piedra caliza en sí hasta las cascadas que conducen a él. Rodeadas de jungla, las cataratas escalonadas forman varias piscinas para nadar, aunque hay que estar alerta, ya que algunos son considerados sagrados por los lugareños y están cerrados a los nadadores.
8 – Figure Eight Pools
Sydney, Australia
El acceso a estas piscinas a lo largo de una plataforma rocosa en Royal National Park no es para los débiles de corazón y requiere una caminata de más de dos horas por un sendero empinado. Pero para aquellos que estén preparados para el desafío, es un espectáculo digno de ver. Es necesario verificar las condiciones climáticas antes de la visita, ya que las mareas pueden hacer que el acceso a las piscinas sea peligroso y, a veces, cubrirlas por completo.
9 – Fosa oceánica To-Sua
Apia, Samoa
Este pozo de agua salado creado después de miles de años de erosión en los campos de lava puede no ser de fácil acceso, pero seguramente vale la pena el acto de fe, por así decirlo. El paisaje circundante es un exuberante oasis verde, mejorado solo por las profundas aguas turquesas de la fosa. Para aquellos que no buscan darse un chapuzón desde el borde en la piscina de 27 metros, hay disponible una larga escalera de madera.
Publicado en colaboración con Newsweek
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