Gonzalo del Campo es un referente en el segmento del turismo de lujo. Desde hace años, representa los hoteles más lujosos en Latinoamérica. En esta entrevista analiza la recuperación del mercado luego de la pandemia.
-¿Cómo surgió el turismo y la hoteleria en tu vida?
-Todo empezó en el Park Hyatt Buenos Aires cuando tenía 23 años, comencé con una pasantía en el departamento de relaciones públicas. Finalicé esa etapa, y me ofrecieron entrar como mozo en el restaurante del hotel. No dure demasiado, recuerdo que un día se me cayó todo de la bandeja. En ese momento Gabriel Oliveri, Director de Marketing & Ventas, me dijo que le parecía que estaría mejor en ventas, que en alimentos & bebidas. Fue entonces que ahí comencé mi carrera en Ventas. Mi primer puesto fue en Eventos, en la oficina de la increíble Mansión Alzaga Unzué. En esa etapa, Gabriel me dedicó mucho tiempo de enseñanza y me súper entreno. Un creativo y un distinto de la venta.
-¿Qué anécdotas recordas de esa época?
-Fueron muy buenos años con Gabriel Oliveri, pero en la venta es muy importante la perseverancia. Cuando uno recién empieza, las cosas no son fáciles. Recuerdo una anécdota que me marcó mucho, resulta que tenía mi primera reunión con una secretaria de presidencia de una empresa, que no había podido atenderme, entonces baje del edificio muy frustrado y abatido. En ese momento pensando que eso no era para mí. Me quedé por ahí, y a la hora siguiente vi a otra secretaria de presidencia, que me vio triste y le conté lo que me pasó. Ella me dio la fuerza suficiente para seguir, y fue importante su ayuda. A veces es fundamental esas personas que aparecen aportando muy buena vibra cuando uno más lo necesita.
-Después estuviste en la transición entre Hyatt y Four Seasons…
-Sí, después de unos años el propietario por ese entonces del Park Hyatt abrió un Hotel en Carmelo Uruguay que se llamaba en ese momento Madison Resort. Era un Hotel Relais & Châteaux y era una súper propiedad casi en medio de la nada, cruzando el rio de la plata. Fui creciendo en ventas casi reportando directamente al dueño y a los altos directivos. Fue muy divertido participar de aquella apertura en Carmelo, muchas anécdotas e historias. Recuerdo que inauguramos la pista privada de aterrizaje en la noche, y como primeros huéspedes del hotel había una pareja que esperaba un bebé muy pronto, y de alguna manera sentíamos que tanto para ellos, como para nosotros, venían nuevas etapas. Y así fue, ya que pasamos de ser en poco tiempo de Hyatt a Four Seasons. Una gran cadena de origen canadiense y en ese momento con 85 propiedades en el mundo bajo el mando de Isidore Sharp, creador y fundador de la marca. Ese fue un gran cambio en mi vida. Formar parte de una empresa así siento tan joven era un gran honor y siempre con Gabriel cerca, que nos brindaba toda su experiencia. Fueron años de oro.
Después de 12 años de estar en Four Seasons sentí que necesitaba aprender más de hotelería boutique de lujo y busqué nuevos horizontes. Abrí como Gerente General un Hotel Boutique en Palermo Soho, y luego al poco tiempo monté mi empresa de Representación de Ventas Gonzalo del Campo Hotels & Resorts.
Por supuesto fue muy importante para mí comienzo el apoyo desde el primer momento de Amalia de la María, amiga del alma, mentora, aparte de ser la propietaria de uno de los mejores hoteles de Buzios; Casas Brancas Boutique Hotel & Spa.
Los años pasaron y el éxito fue llegando, gracias a las ventas y la buena performance. La empresa creció mucho. Hoy día en 22 Países y 40 propiedades representadas por nosotros, en el segmento de máximo lujo como The Peninsula Hotels y One&Only Resorts, entre otros. Mi mercado es todo Latinoamérica y siempre fuí el nexo entre las agencias de viajes de lujo y los mejores hoteles del mundo. Son cerca de 15 años de continuo crecimiento en el segmento.
-¿Por qué decidiste que ibas a representar turismo de lujo?
-Porque mi escuela fue el Four Seasons, y los estándares de calidad eran muy altos. Todo mi know how era de ese segmento de hotelería y tipo de huésped. Al comenzar representando propiedades de lujo, me sentía muy cómodo con ese nivel de hoteles, y las nuevas propiedades que se iban incorporando sabían de nuestro expertise. Muchas marcas de lujo como The Peninsula o Banyan Tree Mayakoba se iban sumando a mi portfolio, así como también hoteles privados de ultra lujo. Por nombrar unos pocos; Castiglión del Bosco en la Toscana, propiedad de la familia Ferragamo o el Grand Hotel Tremezzo en el Lago di Como de la familia De Santis entre otros.
-¿Consideras que el turismo de lujo cambió del 2019 al 2022?
-Sí, totalmente. Para nosotros fue una gran sorpresa ya que al ocuparnos del mercado latino en época de pandemia las posibilidades para viajar eran muy pocas, pero donde si se podía hemos tenido mucho negocio. Creo que la gente reflexionó de como gastar su dinero. En ese entonces, eran familias enteras viajando juntos por más de 15 días. México fue uno de los más beneficiados con Brasil. Según todos los pronósticos la gente con posibilidades económicas de viajar aún no ha gastado el 30% de sus ahorros destinados a los viajes de placer y así lo harán en breve. Por eso la industria del turismo del lujo, tendrá un crecimiento en un 45% para el 2022-2023 en Latinoamérica. Además la gente luego de la pandemia entendió que “el hoy” es muy importante, y los incrementos en viajes y entretenimiento están a la vista.
-La pandemia castigó a la industria. ¿También lo hizo con tu empresa?
-La pandemia hizo cerrar hoteles que tal vez no lo hubieran hecho en 100 años. Fue realmente un golpe muy muy duro, pero yo siempre digo que en todas las crisis surgen nuevas oportunidades. En Nuestro caso fue con el Grupo Kerzner, una compañía grande que tiene los mejores Resorts del mundo llamados One&Only. Para nosotros fue un orgullo, un premio a la trayectoria.
-Y de acá a fin de año, ¿Cómo ves el turismo de lujo?
-Está volviendo de a poco, la gente ya está viajando, pero veo un turismo muy regional. No veo todavía los viajes desde Latinoamérica hacía Asia, África o Indonesia. Veo que van a ver destinos que junto con las Aerolíneas se pondrán fuertes nuevamente como los históricos Sudáfrica, Europa, Sudeste Asiático. Siempre el turismo del lujo es un segmento sólido porque tiene sus asiduos que buscan momentos y experiencias únicas e irrepetibles. Y pienso que invertir en momentos especiales, es la mejor inversión para cualquiera.
-¿Estás con un importante proyecto de hotelería?
-Sí, hemos entrado en un proyecto de recuperar una casa icónica de 1915 y convertirla en un Hotel. Se trata de Casa Villa Julia, ubicada en Tigre, un proyecto único que me enorgullece ya que es recuperar un patrimonio arquitectónico cultural que forma parte de la historia Argentina. La época dorada de nuestro país se verá reflejada en este exclusivo hotel que brindará experiencias inigualables a sus huéspedes. Y para ello, estamos pensando en un tipo de hotelería de máximo lujo, en dónde los huéspedes tengan la posibilidad de tomar todo el hotel, y vivir en una casa de la belle epoque con los estándares de servicios más altos.
