Sustentable significa, según la Real Academia Española, «mantener sin agotar los recursos». Sin embargo, el ser humano va en contra de esta definición y hace uso y abuso de los recursos naturales sin freno ni cuidado alguno.
A fin de concientizar sobre esta problemática y de conocer la variedad y riqueza de los recursos de nuestro país, que lamentablemente se encuentran en peligro, la aerolínea JetSMART trabaja desde sus inicios, allá por 2016 y concretamente en 2019 en Argentina, en contribuir a la sustentabilidad con diversos proyectos.
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En este caso, se unió con la ciudad de Puerto Iguazú, en la provincia de Misiones, para impulsar viajes más sustentables y fomentar un turismo más verde con conciencia en el cuidado de la naturaleza.
En esa línea, JetSMART organiza viajes a diferentes lugares de la Argentina para contar lo que la aerolínea está haciendo en materia de sustentabilidad.
En este caso, un grupo de periodistas, entre los que participó Newsweek Argentina, viajó a Iguazú en la provincia de Misiones, una ciudad que viene llevando a cabo un proceso de transformación para ser un lugar mucho más sustentable, mucho más verde. Todo el viaje fue diagramado por Salaun Consulting, que eligió tanto hospedajes como actividades enfocados en la sustentabilidad con la naturaleza como protagonista.
Ya en el viaje en el avión puede verse la primera señal del cuidado del medio ambiente, ya que, JetSMART le pide a sus pasajeros que no dejen residuos en sus asientos y que en todo caso, antes de irse, se los den al personal. Se trata de un programa de separación de residuos a bordo que la aerolínea puso en marcha a fines del 2021.
Consiste en la identificación y separación de los residuos reciclables que se generan durante cada vuelo. Este proyecto convierte a Jet Smart en la única aerolínea de Argentina que en la actualidad cuenta con programa de este tipo. Se estima que desde su implementación más de 9.000.000 de pasajeros participaron de este programa.
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En poco menos de dos horas de viaje, partimos a las 9.01 y llegamos a Iguazú a las 10.49, pisamos tierra misionera y arribamos a esta hermosa ciudad en la que al poner un pie ya se respira verde y se siente la lejanía del cemento y las baldozas.
Trasladados por Cuenca del Plata, que nos llevó a a cada uno de los lugares que conocimos, llegamos al primer hotel, Iguazú Grand.
Un resort de cinco estrellas, que combina de manera perfecta el lujo y el confort con la belleza de la naturaleza. Pude comprobarlo yo, que al correr la cortina de la ventana de mi habitación, la cual contaba con todos los privilegios para un excelente descanso, podía disfrutar de un paisaje que era puro verde y paz.
Este hotel, al igual que los otros dos que fuímos: Puerto Bemberg y Pristine, realizan acciones para cuidar los recursos naturales que posee Iguazú. Además, buscan trasmitir este mensaje a los huespedes para que tomen conciencia de la importancia de cuidar la flora y la fauna misionera.
Ese primer día, recorrimos el sendero ecológico que se encuentra dentro del mismo Iguazú Grand, donde se puede apreciar la fauna y la flora de Iguazú y además los guías cuentan en cada estación las historias y leyendas de la cultura guaraní mientras se disfruta de este increíble recorrido con diferentes estaciones.
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Para finalizar, fuímos a comer a Yabuticaba, Mercadito de la Selva, un lugar que ofrece una exquisita gastronomía y al mismo tiempo, permite comprar productos autóctonos de la ciudad: hay vinos, aceitunas, yerba, té, mermeladas y demás delicias.
Nosotros comimos de entrada empanadas de carne cortada a cuchillo y otras de pescado. Luego nos deleitamos con un pacú con mandioca frita, todo acompañado por un ríquisimo vino. Algunos cerramos con un volcán de dulce de leche y otros con helado de yerba mate y maracuyá.
El segundo día comenzó la parte de turismo aventura del viaje: fuímos a las Cataratas del Iguazú.
A la mañana, llegamos al Parque Nacional Iguazú y la belleza de la naturaleza captó nuestra atención. Árboles de todo tipo y un hermoso cielo celeste nos dieron la bienvenida a este lugar que conserva una muestra de la ecorregión de la Selva Paranaense, también denominada Bosque Atlántico del Alto Paraná, que es la de mayor biodiversidad del país.
No solo pudimos apreciar la belleza e imponencia de las Cataratas sino que también hicimos la «gran aventura», una actividad para quienes quieran ver las Cataratas de cerca y estén dispuestos a mojarse por completo para tener una experiencia 100% real. Nos subimos a una lancha, nos dieron chalecos y una bolsa impermeable para que guardemos nuestras pertenencias y permanezcan totalmente secas. Acto seguido, pudimos ver las Cataratas bien de cerca y además, la fuerza del agua estuvo acompañado por un hermoso y gran arcoiris, que completó la magia que la naturaleza tiene para ofrecer.
Finalizada esta experiencia, que recomiendo que no dejen de hacer si van a Iguazú, nos trasladamos al segundo hotel: Puerto Bemberg, el sitio ideal para quienes deseen estar en contacto directo con la naturaleza, podría decirse que es una posada en media de la selva.
Aquí pudimos vivir en primera persona «el lado b de Iguazú», ya que, realizamos actividades y rituales en el corazón mismo de la selva misionera.
La primera experiencia fue el mate de los jesuitas. Este ritual estuvo a cargo del guía Marcelo, quien nos condució en todas las actividades que llevamos a cabo en Puerto Bemberg. Esta iniciativa permite aprender la historia del mate y conocer el origen de esta infusión que todos los argentinos tomamos pero que muy pocos sabemos cómo nació.
Marcelo no solo nos contó con mucha pasión y un extenso conocimiento el origen del mate, sino que además nos preparó mate cocido a leña acompañado por una exquisitas tortas fritas. Todo esto mientras disfrutabamos de un atardecer soñado con vista al Río Paraná.
El tercer día, fue un día de puro aprendizaje, ya que, realizamos una visita histórica: pudimos conocer la casa de Otto Bemberg. Nuestro guía, Marcelo, nos relató con lujo de detalles la apasionante historia de esta familia, su relación con las personas del lugar, cómo construyeron su patrimonio, su enfrentamiento con Juan Domingo Perón, su exilio a Europa.
La Casa Bemberg es una casona de la década del 30, que fue remodelada y restaurada, conservando su estilo colonial de principios del siglo XX. Es así como combina las comodidades de la actualidad con la historia de esa época.
Esto se ve en cada uno de los rincones de la casa, en donde al recorrerla uno realiza un viaje al pasado pero sin dejar de estar en el presente.
También pudimos visitar la capilla, la cual puede reservarse para casamientos.
Tras conocer esta apasionante historia y descubrir la casona Bemberg, nos dirigimos al Salto Yasy, para vivir otra experiencia en contacto directo con la naturaleza y mojarnos nuevamente.
Esta joya se encuentra en la reserva natural de Puerto Bemberg y se descubre tras una caminata que permite llegar a los pies del salto y resfrescarse en el agua.
El último día, nos alojamos en Pristine Iguazú Luxury Camp, un lugar que mezcla el lujo y el contacto con la naturaleza, al encontrarse en la reserva natural Puerto Bemberg.
Aquí nuestro guía David nos llevó a recorrer el Sendero Salto Guatambú, al cual llegamos luego de una caminata por la naturaleza en la cual pudimos apreciar distintos frutos y plantas propias del lugar. Puede elegirse el camino largo o el corto. Nosotros hicimos el segundo, que dura aproximandamente cuarenta minutos. Aquí, al igual que en el Salto Yasy, al llegar al Salto Guatambú, uno puede meterse al agua y refrescarse.
Así finalizó este gran viaje, en el que aprendí lo importante que es cuidar nuestra riqueza natural, la cual se encuentra en constante peligro de extención. JetSMART e Iguazú realizan acciones para cuidar el medio ambiente y que no perdamos nuestra flora y fauna.
Nosotros desde nuestro día a día también podemos hacerlo, para así poder seguir disfrutando de estos hermosos paísajes que nos desconectan de la locura de la ciudad y nos hacen ser concientes de lo belleza y riqueza que Iguazú tiene para ofrecer.
¿QUE OTRAS ACCIONES REALIZA JETSMART Y QUÉ OTROS LUGARES BUSCA PROTEGER?
A nivel país, JetSMART apoya al Centro de Supervivencia de Especies Argentina, una alianza entre Fundación Temaikèn y la Comisión de Supervivencia de Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza con el propósito de identificar y fortalecer acciones de conservación y llevar a cabo planes de acción para la conservación de la biodiversidad en Argentina y América Latina.
También pone el foco en la protección del huemul, especie en extinción que está en la cola de uno de sus aviones y cuyo centro de recría para estos animales en el país está ubicado en la Patagonia. Esta iniciativa trajo la feliz noticia del nacimiento del primer huemul en esta estación, que se llamó Ñire y vino al mundo a principios de este año.
Además cuenta con una política de ahorro y cuidado del agua. Es por eso, que en cada vuelo inaugural se reemplazaron los típicos arcos de agua por actividades lúdicas junto a los pasajeros que forman parte de ese primer viaje. Hay que considerar que cada bautismo requiere 11.000 litros de agua. En 2023 la aerolínea, que tuvo 9 vuelos inaugurales, ahorró 99.000 litros de agua en total.
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