El sábado 30 de septiembre se pondrá en marcha una nueva edición de la Fiesta Nacional de la Flor, de Escobar, uno de los festivales populares más coloridos y convocantes del país. Más de 150.000 personas asisten cada año para ver y comprar las mejores flores de la Argentina y participar de los atractivos shows de su agenda cultural.
El evento, que se lleva a cabo en el Predio Floral de la localidad bonaerense, estuvo a punto de dejar de realizarse tras la pandemia, pero el municipio, liderado por Ariel Sujarchuk, lo rescató con recursos del Estado y pudo volver a poner en la vitrina nacional a la fiesta y también a la floricultura, uno de los principales recursos económicos de Escobar, que es el primer productor de orquídeas del país.
Este año habrá grandes estrellas en la cartelera del evento, empezando por María Becerra, que se presentará en la apertura, el 30 de este mes a las 19.30 horas. Pero, en verdad, los festejos se iniciarán el viernes 29, también a las 19.30, con el show de Ke Personajes.
El domingo 1° de octubre subirá al escenario Raly Barrionuevo; el jueves 5, Manuel Wirtz; el viernes 6, el Bahiano; el sábado Q’Locura; y el gran cierre será el domingo 8 con Cristian Castro.
COLOR PRODUCTIVO
En diálogo exclusivo con Newsweek Argentina, Sujarchuk destacó la importancia de la fiesta para el municipio. “Tenemos el enorme honor de ser copartícipes de la organización de los 60 años de la Fiesta Nacional de la Flor. Escobar tiene 63 años, cuando se escinde de Pilar, o sea que creció al compás del distrito. La sociedad escobarense, especialmente con el impulso de los inmigrantes japoneses, creó esta fiesta. Y lo vamos a celebrar con todo”, sostuvo.
Y agregó: “Habrá una renovación enorme de su exposición, con más propuestas y una gran oportunidad para conocer un evento increíble de la Argentina, por sus colores, sus sabores, sus aromas. Hay una propuesta gastronómica súper interesante y una cartelera artística muy entretenida. Es naturaleza; es amor, porque las flores están siempre relacionadas a los buenos y grandes sentimientos; y es otro eje productivo que Escobar tiene y defiende, porque es parte de sus vectores de crecimiento”.
La fiesta, explicó, se ha ido transformando de la misma manera que se transformó el municipio, que viene verificando un crecimiento exponencial en términos demográficos (creció un 20% en los últimos 10 años). “Escobar ha vivido una mutación, y los viveros fueron cambiando. Hoy, la colectividad boliviana es quien lleva adelante buena parte de ellos, y se cambió de la flor de corte a los plantines”, señaló.
Peor también el evento en sí tiene su impacto económico. En ese sentido, el intendente subrayó: “La Fiesta Nacional de la Flor genera muchísima economía local, por todos los expositores que están, por las más de 150.000 personas que visitan la exposición, por las miles de personas que van a los shows y por el desfile. Coincide el 8 de octubre, día del cierre, con el Día de Escobar, cuando vamos a cumplir 63 años. Te desafío ese día a conseguir mesa en un restaurante…”.
Tal vez uno de los fenómenos más sorprendentes de la floricultura es la irrupción de la flor de cannabis como estrella en términos productivos. Varios distritos del país (empezando por la provincia de Jujuy) se han ido adentrando en este producto, y Escobar es uno de ellos.
“En la próxima ExpoEscobar vamos a tener por primera vez la Expo Cannabis, la flor de moda en el mundo de la medicina. Hoy estamos trabajando en esa industria, y el municipio ya certificó con ANMAT para generar un laboratorio, y estamos trabajando en su desarrollo. Ese es otro vector de crecimiento: el Estado impulsando el desarrollo y el potencial del cannabis medicinal. Pero no vamos a producir, porque nosotros creemos en el Estado promotor, que acompaña”, adelantó Sujarchuk.
El evento convoca a una gran multitud de visitantes nacionales e internacionales que, en su gran mayoría, son excursionistas, es decir que llegan a Escobar para el festejo y luego regresan a su lugar de origen, sin pernoctar. Pero muchos otros sí pasan la noche allí, generando un mayor gasto y consumo.
“Cada vez que hacemos actividades grandes como Expo Escobar o la Fiesta Nacional de la Flor, movemos mucho la economía local, turismo y también se genera un efecto remanente. Por eso siempre vamos subiendo la vara. La actividad económica del distrito tiene una cuerva creciente, aún cuando siempre nos tocó gobernar con viendo en contra. Los primeros cuatro años fueron los del Gobierno de Macri, en los que hubo muchísimos problemas económicos; en este segundo mandato arrancamos con una pandemia; y ahora con esta coyuntura económica compleja. Sin embargo, y pese a todo esto, todos nuestros indicadores son positivos”, aseveró.
Lo importante, resaltó, es que quienes lleguen al distrito la pasen bien y encuentren una ciudad limpia, ordenada y con servicios de calidad: “En Escobar generamos el ambiente propicio para que la gente la pase bien. Y eso mantiene un distrito más ordenado, más limpio, ambientalmente sostenible con el eje cultural como una pieza central en nuestra política de gestión”.
Y eso incluye también encontrar una oferta de alojamientos segmentada para distintos públicos. “Nosotros potenciamos el desarrollo de nuevas plazas hoteleras. Pero el mercado turístico mutó y hay mucha gente que viene con alquileres temporarios. Hay gente del interior que viene a pasar el fin de semana a Escobar. Hay muchos proyectos de islas, que van desarrollando cabañas, y permiten tener un ecosistema económico posible y no obsceno desde lo tarifario. Y también hay gente que tiene casas-quintas y las alquila para eventos o para fines de semana”, concluyó.