El histórico y renombrado, Majestic Hotel & Spa Barcelona abrió sus puertas hace más de un siglo, y desde sus comienzos hasta hoy, ha sido testigo de importantes acontecimientos políticos e históricos, al tiempo que alojaba y mimaba a grandes personalidades del mundo social, cultural, político y artístico.
Esta apasionante historia se remonta hacia abril de 1918, cuando nació el Majestic Hotel Inglaterra, un establecimiento cosmopolita que pronto se convirtió en el escenario de referencia para los actos y celebraciones de la alta sociedad barcelonesa. Un lugar elegante que era el punto elegido por la aristocracia. El hotel, por supuesto, aún no contaba con las actuales dimensiones, abrió con 100 habitaciones, todas con cuarto de baño, como se destacaba en los anuncios que publicaba el diario La Vanguardia.
Durante el paréntesis que supuso la Guerra Civil, el hotel pasó a llamarse Hotel Majestic y poco a poco comenzó a ampliarse hasta que en los años 70 alcanzó las 340 habitaciones, tras anexionarse un edificio de nueva construcción en la calle Valencia.
Tras la muerte de Martín Casals Galcerán, en 1963, la propiedad del Majestic pasó a sus herederos, la familia Soldevila-Casals, quienes introdujeron importantes mejoras estructurales y apostaron por la gastronomía y el arte. Con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona, se acometió la renovación de los espacios comunes, la fachada, la decoración y el
mobiliario de las habitaciones.
Pero fue recientemente, en 2013, cuando culminó la más ambiciosa etapa de renovación del Majestic, con la mirada puesta en el futuro, pero sin olvidar el pasado y la trayectoria del hotel.
Como emblema de la ciudad Condal, el hotel es ya un clásico de clásicos y se ubica en pleno Paseo de Gracia. Su histórica fama se debe a su exclusiva hospitalidad, a ese servicio único, y a la eficacia de empleados discretos y profesionales que durante décadas han convertido la estancia de sus huéspedes en una experiencia única e inolvidable. Cada espacio y rincón privado del hotel fueron disfrutados por nombres como el de la Reina Victoria Eugenia, los poetas Antonio Machado, León Felipe y Federico García Lorca, los pintores Joan Miró y Pablo Ruíz Picasso, los cantantes Charle Trenet y Josephine Baker, la soprano Renata Tebaldi o el Premio Nobel de literatura Ernest Hemingway, que fueron participes en crear la enorme reputación del Majestic.
El confort que se respira en el hotel es especial, así como su maravilloso spa que deleitara a todos los huéspedes que busquen tratamientos de placer y relax, que harán una estadía mucho más armoniosa. De las 271 habitaciones de Majestic, las cuales ocupan una superficie de 22.000 m2, 45 son suites. La particular distribución arquitectónica del edificio hace que cada habitación sea un espacio único y diferente, predominando la elegancia y calidez. El hotel es totalmente pet-friendly haciendo hincapié en sus valores.
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