Guillermo Nicolás, embajador argentino en Qatar, charló esta mañana con Pablo Rossi en Radio Rivadavia y sobre los argentinos que llegan al país donde se jugará el Mundial, indicó que «ya desde hace una semana, diez días se nota la presencia argentina en las calles de Doha (capital de la nación de Medio Oriente)» y agregó que «se ven camisetas argentinas por las calles, si bien hay de otras países, las de Argentina son mayoría».
En ese marco acerca de cuánta gente arribará a Qatar para ver el Mundial, precisó que «los organizadores estiman 1.200.000, 1.300.000 personas estarían llegando a Doha incluyendo turistas más gente que está trabajando para el Mundial» y explicó que «esto representa un 50% de incremento con respecto a la población habitual que reside en Doha».
Por lo tanto, afirmó que «es un desafío importante porque si bien las obras (que se hicieron en Doha) son realmente significativas habrá que ver a la hora de que toda esa cantidad de gente se esté moviendo» y en ese punto, resaltó que «es la primera vez que el Mundial se realiza en una sola ciudad«. «Si bien el Mundial se realiza en Qatar, hay un solo estadio que está fuera de la ciudad, a 50 kílometros», aclaró.
LO QUE HAY QUE TENER EN CUENTA PARA ENTRAR A QATAR
Acerca del ingreso a Qatar, explicó que «quienes no cuenten con la Hayya Card o no la tengan aprobada, no van a poder entrar al país» y agregó que «es muy probable que ni siquiera puedan abordar el avión que los trae, quizás no en Buenos Aires, pero sí donde tengan que tomar el vuelo para el trayecto final con destino a Doha«.
Es por eso, que hizo hincapié en que «revisen bien los datos, que los datos de la Hayya coincidan con los del pasaporte y que la Hayya esté aprobada», ya que, de lo contrario «van a tener problemas y no van a poder viajar«. Además, indicó que «el transporte público es gratuito para quienes vayan a ver los partidos», debido a que «con vehículos particulares no se puede ingresar a los estadios«.
LA VIDA EN QATAR
Acerca de la comida, detalló que «hay opciones de comida callejera rápida y no hablo de las cadenas de comida rápida a nivel mundial que tienen precios internacionales, sino de comida árabe como shawarma, sandwich de falafel o alguna comida india o paquistaní en restaurantes o lugares modestos por 4 dólares» y añadió que «en las cadenas de comidas rápidas, un combo está 7, 8 dólares«.
Además, sumó que «hay varias cadenas de supermercados, unas un poquitito más baratas que otras, pero en general los precios son bastante similares» por lo que indicó que «quizás lo que se puede conseguir son diferentes productos». «Por ejemplo, están las cadenas internacionales francesas y hay una cadena india que se llama Lulu y es un poquitito más barata porque la mayoría de los productos son originarios de la India». «Los supermercados también venden comida hecha, si bien no es la más económica, capaz pagando un poquitito más, se puede tener una comida más equilibrada, de mejor calidad», señaló.
MUNDIAl: LOS CUESTIONAMIENTOS A LA ELECCIÓN DE QATAR
Por último, acerca del proceder del gobierno de Qatar frente al Mundial, el diplomático recordó que «las autoridades cataríes han bajado siempre la línea de la dureza» y marcó que «en el último tiempo, cuando uno escuchó a los principales responsables de la organización se han expresado claramente con respecto a ciertas restricciones de diferentes maneras, pero siempre el mensaje ha sido restrictivo».
No obstante, manifestó que «yo particularmente entiendo que va a haber flexibilidad en varias cuestiones» y explicó: «Primero, por la masividad del evento, es muy difícil tener una policía actuando de forma represiva permanentemente con 1.200.000 visitantes«, pero «además, a raíz de todos los cuestionamientos que hubo por la manera en que se realizó el Mundial y por la forma en la que fue elegido Qatar, la Justicia tuvo que intervenir, hubo gente arrrestada incluso argentinos, lo que quiere hacer Qatar es mostrarle al mundo que es un país moderno y que es un país que puede ser sede de eventos».
En ese sentido, recalcó que «Qatar quiere convertirse en una sede internacional de grandes eventos no solo deportivos, también convenciones, eventos médicos, entre otros» y es por eso, que sostuvo que «obviamente van a tener que flexibilizar esas cuestiones. De lo contrario, se transformaría en una contrapropaganda».