“Si bien los viajes en trenes de lujo no son un producto nuevo, sí lo es para el público argentino”, asegura Sebastián Schiaffino, socio gerente de Essential Travel, uno de los operadores de turismo mayorista más importantes a nivel nacional.
Hoy en día el viaje en tren de pasajeros vuelve a estar de moda. Si se lo compara con el vuelo en avión o el viaje en auto, la experiencia sobre rieles es más relajada. A lo largo de cada año, cientos de trenes de corta, media y larga distancia unen diferentes puntos turísticos –y no tanto– alrededor del mundo.
“En los últimos años las consultas sobre este tipo de viajes fue aumentando, a tal punto que para 2023 la mayoría de los recorridos ferroviarios ya están vendidos, especialmente en Europa que corren de mayo a septiembre”, agrega Schiaffino.
Símbolo de progreso para el mundo de la revolución industrial que le dio nacimiento, el viejo tren le ofrece al presente, de la velocidad y lo instantáneo, la posibilidad de “andar sobre rieles” cumpliendo objetivos de placer, aunque en este caso serían destinos. En ese sentido, programarse para viajar en trenes turísticos puede ser una posibilidad tan especial como la de los cruceros en grandes barcos, pero con aquello que sólo el tren puede dar.
Para entenderlo, tal vez sirva que el lector se imagine sentado en una habitación del hotel que más haya disfrutado, le ponga ventanas amplias que permitan ver el exterior, y luego sienta que un movimiento de rítmica constante lo lleva a recorrer bellísimos paisajes mientras sigue disfrutando de su dosis precisa de confort.
VIAJE SOBRE RIELES
Quienes más saben del tema son los responsables de la Sociedad Internacional de Viajeros del Ferrocarril (The Society of International Railway Travelers), entidad formada hace poco menos de 40 años que publica anualmente un boletín donde analiza con minuciosidad cuáles son los mejores viajes en trenes de lujo que pueden hacerse cada año. No obstante, hay un clásico entre quienes aman este medio de locomoción nacido en Inglaterra: el mítico “Gran Express Transiberiano” permite descubrir rincones impactantes.
Con un dejo romántico, viajar en este histórico tren que une Oriente y Occidente desafiando el riguroso clima de la estepa rusa es, sin duda, una experiencia única en el mundo. Desde su construcción que comenzó en 1896 y demoró casi 25 años, vincula la Rusia europea con las provincias Lejano Oriente ruso, Magnolia y la República Popular China. Aún hoy es protagonista dentro del mundo de las formaciones de lujo como uno de los viajes más exclusivos, pues su ruta es la más famosa y larga del mundo –compuesta por 9.282 km– abarcando un total de siete husos horarios.
SOLO PARA UNOS POCOS
“No es un producto masivo, no solo por sus valores de mercado sino también por la reducida capacidad de pasajeros permitida a bordo, no más de 40 a 80 pasajeros dependiendo del tren”, explica Sebastián Schiaffino. Según sus estimaciones, es un producto costoso con un valor promedio que ronda los 1000 euros por día por persona, aunque eso no parece ser un factor limitante para los viajeros de alto poder adquisitivo.
“El mercado es muy receptivo para nuevas propuestas y siempre está interesado en descubrir diferentes maneras de viajar”, dice el responsable de la agencia mayorista Essential Travel, quien agrega: “Por ejemplo, en el mercado de trenes españoles, los argentinos se ganaron un lugar en el podio de ventas, junto a los mismos españoles y el público norteamericano”.
Uno de los recorridos más solicitados en el Norte de España es el “Expreso de La Robla”, considerado uno de los trenes lujosos más espaciosos en su industria, el cual permite recorrer tierras ibéricas. En solo cuatro días, realiza dos itinerarios para quienes el viaje es tan importante como llegar a destino: “La Robla”, de Bilbao a León, y la ruta “Paraíso Verde” de Bilbao a Oviedo, ambos trayectos pueden hacerse en uno u otro sentido y son la puerta de entrada para descubrir la región a bordo de un hotel rodante con todas las comodidades garantizadas bajo la modalidad tan en boga conocida como “todo incluido”.
HOTEL SOBRE RUEDAS
Para no marearse con el listado de opciones, destacamos algunos de los más prestigiosos trenes que pueden tomarse en la actualidad. El “Orient Express” cruza desde 1883 siete países en seis días y permite vivir la noche en tierra de ciudades como Budapest y Bucarest.
“The Pride of Africa” ofrece recorrer el continente africano, de Ciudad del Cabo a El Cairo, cruzando doce países e incluyendo un vuelo para visitar la isla de Zanzíbar y un crucero de tres días por el lago Nasser.
Pero, ¿qué es lo que une a todos estos trenes, más allá de que recorran paisajes sumamente diferentes y cada uno de ellos ofrezca estilos decorativos muy particulares? Todos cumplen con la exigente evaluación de la entidad internacional, Sociedad Internacional de Viajeros del Ferrocarril, nacida en 1983, que vigila el cumplimiento de ciertas reglas para que estos trenes puedan ser considerados un hotel sobre ruedas.
Viajar en este medio de locomoción tiene otras ventajas que el sello y la elegancia de un hotel rodante privado. Aquellos viajeros dispuestos a apreciar sin apuro la belleza pueden ver pasar los más variados paisajes, mientras en el interior de los vagones el tiempo parece haberse detenido. Se vive todo el encanto de los clásicos viajes en ferrocarril de antaño (muchos de los trenes de lujo que actualmente están en circulación alrededor del mundo están compuestos por vagones originales fabricados durante el siglo pasado aunque restaurados de acuerdo a los más altos índices de seguridad y tecnología), con todas las comodidades.
En un mundo en donde hoy las distancias se acortan a través de rápidos y modernos transportes, cada vez es más fácil conquistar el mundo tal como alguna vez lo soñó Julio Verne.
Con la nariz pegada a la ventana, transportarse en tren no es solo ir y venir sino, también, encantarse con el camino al alcance de los cinco sentidos.
(Fotos: Gentileza de Eurasia Trains & Tours)